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            5.4. Vulnerabilidad  
            La evaluación del territorio  con este criterio tiene como propósito determinar las unidades relativamente  homogéneas que presentan alto grado de vulnerabilidad a los procesos de erosión  e inundación. 
            La metodología para determinar  el grado de vulnerabilidad ha sido definida sobre la base de variables como  geología, geomorfología, suelos, vegetación, clima y pendiente. Para ello se  tomó en cuenta a las variables de geomorfología y pendiente como factores  determinantes para definir la categoría.  
            Se encontró que las zonas más  vulnerables son aquellas que presentan un material parental no consolidado,  suelos poco evolucionados, formas de terrenos montañosos y aquellos cercanos a  los lechos de los ríos, con poca o escasa cobertura vegetal, fuerte  precipitación y pendientes muy pronunciadas. 
            En el mapa Nº 18, se podrá  observar que las zonas  vulnerables se  localizan en los sectores de montañas y en sectores donde el relieve es muy  accidentado (extremadamente empinado). A ellas se suman la deforestación, la  alta precipitación y la presencia de suelos muy superficiales. Estas  características aceleran la acción de los procesos erosivos y de remoción en  masa, lo que implica un alto grado de vulnerabilidad. Asimismo, por la  susceptibilidad a los procesos de inundación y erosión lateral de los  principales ríos como el Huallaga, Chontayacu, Challhuayacu, Mishollo y  Tocache, se identifican sectores donde la influencia de éstos es marcada  (terrazas inundables) sobre todo en relieves de terrazas bajas, islas,  playones, etc. 
            Las áreas moderadamente  vulnerables ocupan  la mayor extensión de la provincia y se encuentran localizadas en zonas de  montañas de ladera moderada a muy empinada. Estos sectores, por su fuerte  pendiente, suelos superficiales y precipitación alta, tienen un elevado grado  de inestabilidad a los procesos naturales como los deslizamientos y derrumbes.  Conforman también esta categoría, los sistemas de colinas fuertemente  disectadas, donde confluyen la alta precipitación y la intensa acción  antrópica. En estos últimos suelen ocurrir procesos geodinámicos tales como:  solifluxión, remoción en masa, escorrentía y socavamientos. 
            Las áreas medianamente  estables/vulnerables se  localizan principalmente en  relieves de  colinas bajas y altas, ligera a moderadamente disectadas. También se incluyen  las terrazas inclinadas en forma de abanico.  
            Debido a las condiciones de  relieve, lejanía de los cursos de agua y precipitación pluvial moderada, estos  sectores no presentan significativas pérdidas de material de suelo por erosión;  sin embargo, cuando la intervención antrópica es intensa, podría ocasionar  cambios en el grado de vulnerabilidad, sobre todo en relieves colinosos de  origen estructural.  
              
              Palmas aceiteras, sector Nueva Libertad  
            Los sectores moderadamente  estables están  conformados por terrazas relativamente planas y terrazas de ligera a  moderadamente disectadas y terrazas medias de drenaje bueno a moderado. Éstas  se encuentran localizadas a lo largo del río Huallaga, cortando a los ríos  Chontayacu, Espino, Tocache, Challhuayacu y   Mishollo.  
            
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