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  ALEGRE ORIHUELA, julio C.: 1985. Efecto del método de desmonte y preparación del suelo sobre las propiedades físicas y químicas del suelo y performance de los cultivos en un Ultisol de la cuenca amazónica.
  Tesis Ph.D. NCSU (bajo la dirección de K. Cassel). Carolina M Norte.

El desmonte de la tierra es el primer paso en el establecimiento de cultivos continuos en los trópicos húmedos. Las prácticas empleadas en el manejo de la tierra, inmediatamente después del desmonte pero antes de sembrar el primer cultivo, son importantes, tal vez más que el método de desmonte en sí mismo.

Los objetivos de este estudio fueron determinar, en un Ultisol de la cuenca amazónica, el efecto del método de desmonte y el posterior manejo de la tierra sobre los cambios en las propiedades físicoquímicas del suelo y el rendimiento de los cultivos.

Se usaron tres métodos de desmonte para un bosque verde secundario de 20 años de edad, sobre un suelo tipo de Yurimaguas (franco-fino, silíceo, isohipertérmico, Typic Paleudult).

Las seis combinaciones de desmonte-arado fueron:

Un bulldozer D-6 fue usado para los tratamientos del dos al seis. Un tractor de 65 HP fue usado para el subsolado.

Los tres subtratamientos de manejo de suelos fueron:

1. siembra en plano, sin adición de cal ni fertilizantes;
2. siembra en plano; incorporación de cal y fertilizantes en cantidades basadas en los análisis de los suelos;
3. siembra en camas espaciadas a 1. 1 m; aplicación de cal y fertilizantes en cantidades basadas en los análisis de los suelos.

Una rotación de 5 cultivos: arroz (Oryza sativa L.)-soya (Glycine max (L.) Merr)-maíz (Zea mays L.)-arroz-maíz creció continuamente desde noviembre de 1980 hasta julio de 1982.

Las Propiedades físicas y químicas del suelo fueron medidas hasta cuatro veces durante el estudio: antes del desmonte y 3, 8 y 23 meses después del mismo. Las propiedades físicas del suelo que se midieron, fueron: textura, densidad aparente (Db), resistencia al penetrómetro, tasa de infiltración, características del agua del suelo, tamaño y distribución de los poros y de los agregados estables en agua.

Las propiedades químicas del suelo que se midieron, fueron: carbón orgánico, nitrógeno total, pH, acidez, porcentaje de saturación de aluminio, calcio y magnesio intercambiables, capacidad de intercambio catiónico, K, P, Zn, Fe, Cu y Mn.

Se midieron también componentes de la producción del cultivo como altura de la planta y peso de grano y de rastrojo.

La textura del suelo en la capa de 0 a 15 cm de profundidad no fue alterada por el método de desmonte. La compactación incrementó la Db en la capa de 0-15 cm de profundidad para los tres métodos de desmonte. A la profundidad de 15-25 cm la Db se incrementó en 0.1 Mg M­³ para los dos métodos mecánicos de desmonte, pero no para el método de rozo-tumba-quema.

La tasa de infiltración, antes del desmonte, fue de 324 mm hr­¹; después del desmonte, las tasas fueron de 204, 14 y 32 324 mm hr­¹ para rozo-tumba-quema usando cuchilla recta y hoja KG, respectivamente.

El subsolado y el arado del área recientemente desmontada incrementaron significativamente la tasa de infiltración.

El diámetro medio de los agregados (MWD) fue de 0.484 antes del desmonte. La reducción más grande en MWD ocurrió para el desmonte con la cuchilla recta y fue reducida hasta 0.292 mm. El menor cambio en MWD ocurrió para el tratamiento de rozo-tumba-quema.

Los cambios promovidos en las propiedades físicas del suelo, se minimizaron con la aplicación de prácticas de manejo del suelo como camellones, fertilización y encalado.

Para los subtratamientos dos y tres, promedio de los tratamientos cruzados, el pH del suelo aumentó desde 4.0 hasta 5.2 y el porcentaje de saturación de Al se redujo desde 82% a 7% en la capa superficial del suelo. También se incrementaron P, Ca, Mg y ECEC.

El arado manual superficial de las camas redujo las pérdidas de carbón orgánico. En promedio, la pérdida neta de CO para los primeros 23 meses después del desmonte -para los subtratamientos no encalados ni fertilizados- fue de 22% comparado con el 5% para los tratamientos encalados, fertilizados y en camellones.

Los micronutrientes (Z, Fe, Cu y Mn) no mostraron cambios significativos por efecto de los tratamientos.

En general, el arroz, la soya y el maíz mostraron respuesta positiva a las prácticas de arado subsolado o arado con disco.

Los tratamientos que recibieron fertilización, encalado y camellones produjeron los rendimientos más altos para el arroz y el maíz.

El rendimiento del arroz, después de cuatro cultivos continuos, fue de 3.48 Mg ha­¹ con tratamiento de tumba y quema, con siembra en plano, uso de cal y fertilizantes; procesos seguidos por el subtratamiento con hoja KG, con quema y arado con disco y el tratamiento con cuchilla recta más subsolado con rendimientos de arroz de 3.44 y 3.04 Mg ha­¹, ambos en el subtratamiento con siembra en plano/fertilización más encalado.

El mayor rendimiento de soya (tercer cultivo) ocurrió para los tratamientos de tumba-quema-Hoja KG-quema-arado con disco (siembra en plano/fertilización, cal) con rendimientos de 2.32 y 2.17 Mg ha-', respectivamente.

Los rendimientos en grano del maíz (quinto cultivo) fueron mucho mayores para los tratamientos de tumba-quema-cuchilla recta/subsolado (camellones/fertilización y cal) con valores de 3.30 y 2.87 Mg ha­¹, respectivamente.

El método de desmonte con hoja KG más quema y arado de disco, con camellones, encalado y fertilización se presenta como la mejor alternativa al método de desmonte de tumba y quema.

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