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CAPÍTULO 10

AGROFORESTERÍA AMAZÓNICA: UNA ALTERNATIVA A LA AGRICULTURA MIGRATORIA

Salvador Flores Paitán

RESUMEN

Las consecuencias de la deforestación en la región amazónica, se manifiestan en el deterioro de los recursos naturales con pérdida de la biodiversidad y de la capacidad productiva de los suelos y su consecuente abandono a la regeneración natural de la vegetación. Entre las opciones viables de solución a este problema la ciencia moderna propone la agroforestería como tecnología viable en la recuperación y buen uso de los recursos. En este capítulo se analiza brevemente la problemática en la Amazonía peruana y se describe la estrategia investigativa, en el desarrollo tecnológico agroforestal amazónico, en situación de ausencia informativa científica. Se refieren resultados exitosos de la agroforestería tradicional amazónica y avances de investigación en el nivel exploratorio de la tecnología agroforestal multiestrata generada en el Proyecto Agroforestal de la Universidad Nacional de la Amazonía peruana, como sustento de alternativa viable a la deforestación en la Selva peruana. Finalmente, se describe el proceso de validación tecnológica con monitoreo y en predio de agricultores, y se determina su potencial de adopción como tecnología sostenible por el poblador rural de economía marginal.

En: Kalliola, R. & Flores Paitán, S. (eds.) 1998. Geoecología y desarrollo Amaazónico: estudio integrado en la zona de Iquitos, Perú. Annales Universitatis Turkuensis Ser A 11114:417 - 440.

INTRODUCCIÓN

Los sistemas de utilización de las tierras bajas de la Amazonía peruana, orientadas a la producción agropecuaria de subsistencia o comercial, inevitablemente derivan en una alteración del medio ambiente natural, con impactos de diversas intensidad, determinados por los niveles de racionalidad tecnológica aplicados, y la gradiente de soportabilidad de los ecosistemas afectados.

La agricultura de subsistencia tradicional, practicada por las culturas autóctonas amazónicas con tecnologías compatibles con la ecología y la naturaleza de los suelos, aprendidos por tradición milenaria, tiene los menores impactos en los ecosistemas. Siguen en importancia, los sistemas de cultivo practicados por los colonos antiguos, quienes lograron adaptarse al medio natural y desarrollaron nuevas opciones tecnológicas, incorporando sus elementos culturales de origen y orientando la producción a la satisfacción de sus necesidades y los excedentes a las demandas de los mercados locales. Los impactos de estas tecnologías en el medio natural, son bastante moderadas (Casanova 1975, 1980a, Flores 1978, 1983, 1984a, 1984b, 1984c, Gasché 1980, Guyot 1977, Hiraoka 1986, 1989, Uhl et al. 1982, Razon 1978, Saldarriaga 1986).

En general quienes afectan con mayor intensidad los ecosistemas naturales, son los colonos recientes, poco familiarizados con el ambiente amazónico y que desarrollan sus actividades productivas en condiciones de insuficiente oferta tecnológica racionalizada. La mayoría de las instituciones públicas y privadas orientadas al desarrollo rural amazónico, aún continúan dependiendo de la tecnología disponible generada en ecosistemas y condiciones socioeconómicas diferentes al ambiente amazónico.

Los gobiernos, que aplicaron políticas desacertadas para la promoción de la ampliación de la frontera agrícola en la región amazónica, desconociendo su verdadero potencial productivo, construyendo carreteras de penetración a la Selva con ofertas de créditos de incentivos agrícolas y pecuarios y favoritismos en la cesión no controlada de la tierra para su ocupación. Fueron las que propiciaron las colonizaciones espontaneas o dirigidas por inmigrantes pobres de la región andina y beneficiaron a capitalistas de la costa y sierra e incluso transnacionales como Le Torneau, para la deforestación y práctica de monocultivos introducidos de valor comercial y ganadería extensiva, con funestos resultados que deterioraron el medio ecológico especialmente la ganadería (Bedoya 1991, Dourojeanni 1990).

La práctica de la agricultura migratoria tradicional y no tradicional, así como la agricultura comercial de monocultivos de ciclo corto y la ganadería extensiva, han resultado en la perdida de la capacidad productiva de los suelos y han originado su abandono a la regeneración natural de la vegetación sucesional. Según la presión poblacional y la extensión de la ganadería extensiva, la re - utilización de esta vegetación ocurrirá entre 30 y 70 años en los sistemas indígenas, hasta dos años en los sistemas de colonos recientes y con escasa tierra, hasta mas de 200 años en ganadería extensiva de gran densidad poblacional ganadera, y siglos en ganadería intensiva (Casanova 1980b, Flores 1984b, 1984c, Hetch 1982, Saldarriaga 1986, Uhl 1982, Uhl et al. 1981, 1988, 1989, Uhl & Nepstad 1990).

En el Perú se ha estimado una deforestación de aproximadamente 6 948 237 ha (5,4 % del territorio nacional); a una tasa anual de deforestación de 261158 ha por año (INRENA 1996b). En la Selva peruana, la deforestación mayor corresponde a cinco departamentos amazónicos: Amazonas, San Martín, Loreto, Ucayali y Madre de Dios (INRENA 1995, 1996b). Las purmas o bosques secundarios cubren en la Amazonía peruana una extensión aproximada del 80 % del área deforestada en estos departamentos amazónicos, correspondiendo el 37,4 % a los departamentos de la Selva Baja (Loreto, Ucayali y Madre de Dios). El manejo de la vegetación natural sucesional de la purma constituye la alternativa a la deforestación y al mal uso de la tierra (Dourojeanni 1987, Kanashiro & Parrota 1995, Hutchinson 1995, ECO 1997, Sips et al. 1997); o la agroforestería (Andriesse 1970, Abreu 1997, Dourojeanni 1990, FAO 1984, 1986, Kitamura 1982, Nair & Fernandes 1986, ODI 1997, Raintree &

El objetivo del presente capítulo es presentar una revisión de la contribución actual y potencial, de la agroforestería, que es un sistema dinámico fundamentado en el manejo ecológico de los recursos naturales, que deliberadamente integra el árbol, en el tiempo y en el espacio, con cultivos y ganado. Tiene el atributo de conferir sostenibilidad productiva al uso de la tierra, con beneficios múltiples al medio ambiente y al pequeño productor. Se sugiere que la agroforestería presenta un potencial realista para facilitar el desarrollo sostenible en las selvas Amazónicas.

AGROFORESTERÍA TRADICIONAL AMAZÓNICA

GENERALIDADES

La agroforestería como ciencia es reciente, fue institucionalizada en 1967 con la creación del Consejo Internacional para la Investigación Agroforestal (ICRAF) con sede en Nairobi, Kenya (King 1987). En el ambiente amazónico, al igual que en otros ambientes tropicales del mundo, la agroforestería es una denominación nueva para una práctica milenaria de la población aborigen, que puede ofrecer para el desarrollo moderno alternativas realistas para utilizar las mismas tierras en el largo plazo. Ecológicamente, conservando los recursos naturales, económicamente por diversificación de la producción con rentabilidad, y socialmente estabilizando a la familia campesina (Torres 1975, Hetch 1982, Zulberti 1985, OTS/CATIE 1986, Nair 1989, Leakey 1996).

El sistema de agricultura migratoria tradicional de roza - tumba - quema, es compatible con los sistemas agroforestales sucesionales multiestratados de barbechos mejorados (Nair 1985). El sistema consiste en la asociación diversificada de cultivos de ciclo corto no leñosos, con especies leñosas semiperennes y perennes, y el manejo de la regeneración natural sucesional (Figura 10.1).

Figura 10.1. Fases de la agricultura migratoria del colono A. Roza-tumba-quema. B. Primer año de cultivos de sibsistencia (yuca, piña). C. Tercer año barbecho. (Foto: Flores Paitán)

El aprovechamiento consiste en la producción temporal de cultivos no leñosos con uso intensivo de mano de obra en los desyerbes, y la cosecha de los componentes semiperennes y perennes leñosos con manejo de limpiezas temporales parciales de la vegetación sucesional, con el propósito de favorecer la fenología reproductiva de las especies cultivadas y el crecimiento de las especies útiles de la regeneración natural.

Son numerosos los ejemplos de agroforestería amazónica con resultados exitosos, que ilustran la eficiencia de estos sistemas (Denevan & Padoch 1990, Brack 1994, Hiraoka 1985). Nuestras experiencias de más de 25 años de observación de campo, nos han permitido objetivizar la racionalidad de estos sistemas practicados por aborígenes y colonos amazónicos, bajo diversidad de ambientes ecológicos y de suelos, en los que la agricultura convencional de monoculturas y de cultivo en limpio son inviables. Los procesos adaptativos en armonía con la naturaleza, domesticando especies nativas y adaptando especies introducidas, utilizando componentes diversificados (Tabla 10.1) y generando tecnología que se armoniza con el contexto cultural de cada comunidad, explican la eficiencia del funcionamiento de los sistemas tradicionales.

En terrenos con suelos por naturaleza diversificados, frágiles, ácidos y desprovistos de nutrientes y bajo condiciones climáticas adversas de elevadas temperaturas y abundantes precipitaciones que aceleran los procesos de lixiviación, erosión y deterioro del recurso suelo. Estos limitarían tecnologías convencionales de mecanización, fertilización y encalados. Hemos identificado y estudiado, comunidades indígenas y de colonos en Selva Baja, que practican agroforestería amazónica relevante.

A continuación presentamos sistemas agroforestales en tres comunidades Amazónicas. Estas descripciones se fundamentan en la experiencia personal del autor en investigaciones sobre utilización tradicional de uso de la tierra en éstas comunidades (Flores 1978, 1983, 1984a y c). Para las especies de plantas cultivadas, sólo se mencionan nombres vulgares en el texto, para los nombres científicos ver la Tabla 10.1.

AGROFORESTERÍA ABORIGEN AMAZÓNICA PERUANA

La tribu Secoya, de la familia lingüística tucano, está localizada en la cuenca del río Yubineto, afluente del río Putumayo, practica una excelente agroforestería desarrollada en la Selva Baja peruana.

Los Secoyas desarrollan su actividad productiva en el ambiente del bosque muy húmedo tropical (bmh - T), con precipitaciones superiores a 4000 mm y en suelos Ultisoles muy ácidos y pobres en nutrientes. Inician la selección del terreno, aplicando criterios prácticos, que evidencian amplios conocimientos sobre las propiedades físicas, químicas y biológicas de los suelos, que complementan con la identificación de plantas indicadoras de buena fertilidad de los suelos. Aprovechan los recursos forestales en las parcelas seleccionadas, con varios años de anticipación a la apertura de las parcelas, y posteriormente, en trabajos conjuntos de la familia nuclear, practican la roza - tumba - quema de la vegetación no útil culturalmente. Practican labranza mínima y siembran simultáneamente numerosas especies cultivadas leñosas y no leñosas de variado ciclo vegetativo. Aproximadamente asocian 20 diferentes especies (Tabla 10.1), siendo las más importantes maíz, yuca, plátano, piña, caña de azúcar, camote, miskipanga, pijuayo, casho, papaya, caimito, uvilla, guaba, achiote, pandisho, varios otros cultivos y numerosas plantas medicinales y psicotrópicas.

 

Tabla 10.1. Principales especies de cultivos de los aborígenes Secoyas (S) y Boras (B), y de colonos de Tamshiyacu (T) en la Selva Baja peruana.

ESPECIE

Nombre común

Nombre científico COMUNIDAD Usos
S
B
T
Alimento
Madera
Cultural
HERBÁCEAS
 
Arroz Oryza sativa
 
 
X
X
 
 
Barbasco Lonchocarpus nicou
 
X
 
 
 
X
Camote Ipomaea bata
X
 
 
X
 
 
Caña de azúcar Saccharum officinarum
X
X
X
X
 
X
Cocona Solanum sessiliflorum
X
X
X
X
 
 
Dale dale Calathea allouia
 
X
X
X
 
 
Maní Arachis hipogaea
 
X
 
X
 
X
Maíz Zea mays
X
X
X
X
 
 
Miskipanga Renealmia sp.
X
 
 
X
 
X
Piña A nanas comosus
X
X
X
X (F)
 
 
Plátano Musa spp.
X
X
X
X (F)
 
 
Tabaco Nicotiana tabacum
 
X
 
 
 
X
Tumbo Passiflora quadrangularis
 
 
X
X (F)
 
 
Yuca Manihot spp.
X
X
X
X
 
 
Witina Xanthosoma sp.
 
X
 
X
 
 
PALMERAS
 
Aguaje Mauritia flexuosa
X
X
X
X
 
X
Catirina Desmoncus sp.
 
 
X
X
 
X
Chambira Astrocaryum chambira
X
X
X
X
 
X
Huasaí Euterpe precatoria
X
X
X
X
 
 
Pijuayo Bactris gasipaes
 
 
 
 
 
 
Ungurahui 0enocarpus bataua
X
X
X
X
 
 
LEÑOSAS
 
Achiote Bixa orellana
X
 
 
 
 
X
Almendro Caryocar glabrum
 
 
X
X (F)
X
 
Anona Rollinia mucosa
X
X
X
X (F)
 
 
Cacabuillo Theobroma subincanum
 
 
X
X (F)
X
 
Caimito Pouteria caimito
X
X
X
X (F)
 
 
Casho Anacardium occidentale
 
X
X
X (F)
 
X
Castaña Bertholletia excelsa
 
 
X
X (F)
X
 
Catirina Desmoncus sp.
 
 
 
 
 
 
Cedro Cedrela odorata
 
X
X
 
X
 
Coca Erythroxy1uin coca
 
X
 
 
 
X
Copal comestible Dacryodes peruviana
 
X
 
X (F)
X
X
Copoazú Theobroma grandiflorum
 
 
X
X (F)
 
 
Cumplían / cumalina Iryanthera juruensis    
X
X (F)
X
X
Charapilla Dypterex odorata
 
X
 
X (F)
X
 
Guaba Inga edulis
X
X
X
X (F)
X
X
Guayaba Psidium guajava
X
X
X
X (F)
X
 
Hamaca huayo Couepia dolicopoda
 
 
X
X (F)
X
 
Leche caspi Couma macrocarpa
 
X
X
X (F)
 
X
Marupá Simarouba amara
 
 
X
 
X
 
Palo de rosa Aniba roseadora
 
 
X
 
X
 
Pandisho Artocarpus altilis
 
X
 
X (F)
 
 
Papaya Carica papaya
X
X
X
X (F)
 
 
Palta Persea americana
 
X
X
X (F)
 
 
Parinari Parinari sp.
 
 
X
X (F)
X
 
Topa Ochroma lagopus
X
 
 
 
 
X
Tornillo Cedrelinga catenaeformis
 
 
X
 
X
 
Ubilla Pouroma cecropiifolia
 
 
 
 
 
 

El principal componente forestal que manejan de la regeneración natural por su importante valor cultural es la topa. El manejo del sistema es intensivo durante los dos primeros años, especialmente los desyerbes, a fin de favorecer la producción de los cultivos anuales. Después del segundo año, practican desmalezados temporales semestrales o anuales, y posteriormente, dependiendo de la fenología de floración y fructificación de los diferentes componentes semiperennes y perennes, ejecutan desmalezados localizados alrededor de las plantas útiles. La intensidad del aprovechamiento del barbecho mejorado es a partir del tercer año y se prolonga según el proceso migratorio hasta 15 - 20 años. El turno de rotación se ha estimado en 70 años, momento en que el bosque secundario se asemeja a la estructura del bosque original, con los árboles de hasta 80 cm de diámetro y alturas que sobrepasan los 30 metros.

Su principal contribución a la tecnología de producción agrícola amazónica, es la domesticación de las plantas alimenticias y su mejoramiento genético por la selección masal. Las especies más importantes son pijuayo sin espinas y producción a baja altura, y el caimito, de bajo porte y frutos grandes. El miskipanga de frutos grandes, utilizado en alimentación, tiene potencial industrial de uso como saborizante, y las semillas contienen aceites para la producción de insecticidas, la biomasa (hojas y tallos) cortada, extendida sobre el suelo y quemada suministra la ceniza rica en potasio que fertiliza el suelo y favorece sucesivas producciones de maíz. El fuego no destruye la planta, mas bien la estimula a un vigoroso rebrote y producción de frutos que consumen en la dieta diaria.

AGROFORESTERÍA DE COLONOS ABORÍGENES AMAZÓNICOS

Otra experiencia tradicional estudiada (Guyot 1977, Flores 1978, 1983, 1984c, Denevan & Padoch 1990), es la de los indígenas de la tribu Bora de la familia lingüística Witoto, en la cuenca de los ríos Zumun, Yaguasyacu y Ampiyacu, afluentes primarios, secundarios y terciarios del río Amazonas. Estos aborígenes proceden de las cuencas de los ríos Caquetá e Igaraparaná de la Amazonía Colombiana, que fueron atrapados en su medio natural y trasladados a la Amazonía peruana para ejecutar trabajos forzados de extracción del caucho en la cuenca del río Ampiyacu, donde tenía residencia la familia Arana, los mayores explotadores del caucho en la Amazonía peruana y colombiana. Es un ejemplo de la colonización exitosa por indígenas amazónicos, fundamentada en un profundo conocimiento del medio ambiente natural.

Los Boras del Ampiyacu están localizados en el bosque húmedo tropical (bh - T), con precipitaciones promedio de 30OOmm, en condiciones de suelos muy parecidos a los de la tribu Secoya. Practican agricultura migratoria tradicional de roza - tumba - quema. Con labranza mínima siembran asociadas numerosas especies leñosas y no leñosas de variado ciclo vegetativo, y manejan y aprovechan la regeneración natural de especies valiosas. En total, aproximadamente cultivan 24 diferentes especies, las más importantes (Tabla 10.1) son: maíz, yuca, plátano, piña, maní, witina, cocona, caña de azúcar, dale - dale, achiote, barbasco, tabaco, coca, casho, anona, uvilla, pijuayo, guaba, palta, macambo y umarí. Las especies que protegen y manejan de la regeneración natural son: chambira que suministra frutos y fibra para artesanía comercial; huasaí, que abastece al mercado de exportación de palmito enlatado; aguaje, frutos para la venta y cedro principal fuente de ingresos monetarios por la venta de madera.

El aporte de esta comunidad a la tecnología de producción agrícola amazónica, es la domesticación de numerosas especies de uso múltiple, entre las que destacan: cumalina con fruto comestible y madera, y copal comestible con frutos comestibles, madera y semillas con potencial industrial en la producción de dispersantes.

Otra contribución tecnológica importante, es la producción de maní en Ultisoles. Con dominio de conocimiento edafológico seleccionan el terreno y preparan el suelo con mullimiento para facilitar el establecimiento y fructificación del maní; en razón que la hormiga arriera (Atta sp.) es un enemigo importante que afecta el follaje y no deja prosperar a las plántulas. Utilizan extracto de una planta compuesta que tiene efectos repelentes de la hormiga y remojan las semillas por 24 horas, tiempo suficiente para absorber el principio repelente, luego de escurrir él liquido por 24 horas. En dos días se inicia el brotamiento y la siembra se efectúa con semillas pregerminadas. Se ha comprobado que las hojas no son afectadas por las hormigas; y en razón que el maní es un cultivo exigente en nutrientes, la siembra es fertilizada con ceniza, material acopiado para este propósito, en la cocina o en lugares específicos localizados en la chacra. En pruebas experimentales exploratorias de fertilización en Ultisoles, de 14 ecotipos de maní, sólo tuvo éxito el ecotipo de maní indígena y manejado con la tecnología nativa. Los otros ecotipos manejados con tecnología de fertilización fueron afectados por las hormigas, y no fructificaron o produjeron frutos vanos (sin semillas). El maní tradicionalmente se asocia con la "yuca dulce", ecotipo muy exigente en nutrientes y que no prospera en los Ultisoles ácidos. La asociación beneficia en nutrientes a la yuca y no se produce competencia, lo que contradice la intolerancia del maní a cualquier otro cultivo asociado.

El sistema de cultivo Bora, favorece la producción de cultivos anuales hasta tres años y luego se maneja la regeneración natural para el aprovechamiento de los cultivos semiperennes y perennes, y se favorece a las especies útiles que se desarrollan espontáneamente en la parcela. Hemos constatado y evaluado el aprovechamiento de barbechos mejorados de más de 35 años con cosecha de umarí cultivado (Poraqueiba sericea), de charapilla (Dypteryx odorata) que se mantuvo en pie a la apertura de la parcela, así como de otras múltiples especies de la regeneración natural, utilizadas para diversos fines: alimenticios, leña, maderaje, tinte, fibra, atrayentes de fauna silvestre y medicinales (Flores 1984c).

AGROFORESTEÍA DE COLONOS MESTIZOS

Nuestros estudios en colonos de Tamshiyacu (Flores 1984a), constituyen también una ilustración exitosa de los sistemas agroforestales multiestrata sucesionales. Tamshiyacu está localizado en la margen derecha del río Amazonas, dentro del área de estudio en este libro (ver el Capítulo 2).

Los pobladores actuales de Tamshiyacu son inmigrantes indígenas y mestizos de la Selva Alta y baja, incluso algunos provienen de la costa. La integración familiar de mestizos con indígenas y la convivencia entre los pobladores que constituyen una comunidad, con más de 100 años de asentamiento en tierra firme, han desarrollado sistemas adaptativos de la agricultura migratoria tradicional de roza - tumba - quema, que satisface sus necesidades de subsistencia y orienta la producción al mercado, favorecidos por sus cercanía a Iquitos, capital de la Amazonía peruana, que alberga la mayor población de la región.

En total, aproximadamente asocian más de 50 especies de variado ciclo vegetativo, leñosas y no leñosas. Los principales cultivos (Tabla 10.1) son: maíz, arroz, yuca, plátano, piña, tumbo, casho, uvilla, pijuayo, macambo, barbasco, umarí, leche caspi, almendro, copoazú, guaba y castaña.

Manejan o cultivan especies forestales como el cedro, tomillo, marupá y palo de rosa. El ciclo productivo del sistema es en promedio de 30 - 40 años, aunque se han observado plantaciones de más de 50 años en producción.

La contribución tecnológica de esta comunidad a la agricultura amazónica, es la domesticación y mejora genética por la selección masal del umarí, especie de uso múltiple que suministra frutos comestibles, madera para construcción, leña y carbón, con potencial industrial en la producción de aceite comestible de la pulpa y de taninos y almidón de la semilla. Otras especies en proceso de domesticación son: cacahuillo, frutos y madera; catirina, frutos y hojas; y hamaca huayo, frutos y madera. El principal aporte es la tecnología agronómica de producción comercial de tumbo, casho, uvilla, piña, castaña y principalmente umarí, asociados con cultivos diversificados.

ESTADO DE AVANCE CIENTÍFICO AGROFORESTAL

PERÍODO HASTA 1975

El estado de avance científico hasta 1975, no reportaba la disponibilidad de tecnologías racionalizadas para la utilización de tierras amazónicas en general ni del ámbito amazónico peruano en particular. Las instituciones nacionales de investigación, por separado o con participación de instituciones internacionales de investigación y desarrollo, presentaban diferentes estadios investigativos, orientados principalmente a monoculturas o cultivos mixtos y en limpio, de especies anuales nativas e introducidas, o monocultivos de frutales nativos, o silvicultura monoespecífica de árboles nativos e introducidos.

Entre las principales Instituciones de Investigación en 1975, destacaba el Programa de Suelos Tropicales del Departamento de Ciencia del Suelo de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, Raleigh, N.C. (NCSU), que en 1970 firmó un convenio con el A.I.D. (U.S. Agency for International Development) con el propósito de ejecutar un Programa de Investigación Agro - económica en suelos tropicales de América Latina. En el Perú, NCSU firmó en junio de 1972 un Convenio con la Dirección General de Investigaciones Agropecuarias del Ministerio de Agricultura, con el objetivo de realizar investigación cooperante en el Subcentro Regional de Investigaciones Agropecuarias de Yurimaguas, localizada en la Selva Baja peruana. En Agosto de 1972, en una purma (bosque secundario) de 17 años de abandono en una extensión de 2 has, en suelos Paleudult Típico, se inició la investigación comparativa del desmonte con bulldozer sin quema y el desmonte tradicional de tumba y quema, y el establecimiento de tres experimentos: cultivos continuos con especies anuales introducidas (arroz, maíz, soya) con encalado y fertilización; fertilización de pastos (Stylosanthes guyanensis y Panicum maximum) y cultivos múltiples que básicamente combinan cinco cultivos introducidos y nativos (maíz, arroz, yuca, maní, caupí), con el encalado y fertilización (NCSU 1972, 1973).

El Instituto Nacional de Investigación Agraria y Agroindustrial (INIAA), inició en 1972 el Programa de Investigación en Cultivos Tropicales con énfasis en los frutales tropicales que involucraban especies nativas amazónicas, orientadas al desarrollo de sistemas estables de producción. La investigación se condujo en la Estación Experimental San Roque, localizada en Iquitos, en el ambiente de bosque húmedo tropical, con precipitaciones anuales promedio de 3000 mm y temperaturas medias superiores a 24'C, en suelos predominantemente Ultisoles. El estado de avance investigativo en 1975, comprendía la colección de germoplasma y el establecimiento de parcelas únicas de observación fenológica monoespecífica, con poblaciones variables entre 25 y 48 individuos por parcela (Blasco et al. 1978).

La investigación silvicultural en el Departamento de Loreto, en 1975, era ejecutada por diversas instituciones y en diferentes lugares. En Iquitos, la investigación era conducida por la Universidad Nacional de la Amazonía peruana en convenio con la FAO y la Cooperación Técnica Suiza (COTESU); en Jenaro Herrera la investigación era conducida por la Cooperación Técnica del Gobierno Suizo (COTESU). En convenio con el Ministerio de Agricultura y la Universidad Agraria la Molina. En Pucallpa, la investigación era desarrollada por la FAO y la Universidad Agraria La Molina. En general, las investigaciones que se realizaban en Ultisoles, eran incipientes y estaban orientadas prioritariamente a la adaptación de especies exóticas y nativas y al estudio de espaciamientos en la plantación. En síntesis, los resultados iniciales de la experimentación silvicultural, observados en el campo, conferían mejor adaptación y crecimiento a cinco especies forestales nativas amazónicas: tornillo (Cedrelinga catenaeformis), marupá (Simarouba amara), cedro (Cedrela odorata), caoba (Swietenia macrophylla) y huayruro (Ormosia coccinea). Las meliáceas presentaban ataque del insecto barrenador del brote Hypsipy1la grandella, y el huayruro tenía el menor crecimiento inicial. Entre las especies introducidas, inicialmente sobresalieron Nauclaea diderichi, Eucaliptus tereticornis, y Eucaliptus saligna; al segundo y tercer año, todas las especies de Eucaliptus murieron por ataque de hongos, igualmente desapareció Nauclaea.

POSTERIOR A 1975

El desarrollo tecnológico de Yurimaguas, representó un significativo avance en el conocimiento de los suelos tropicales (Sánchez 1976). Su filosofía de producción de cultivos continuos en los trópicos vía enmiendas, fertilizantes y mecanización, tuvo amplia difusión en la esfera científica internacional (Sánchez et al. 1982, Sánchez & Bandy 1982, Nicholaides et al. 1985). En 1981 incorporaron la tecnología de bajos insumos, como estrategia intermedia en la adopción tecnológica por el agricultor de la tecnología de altos insumos. Posteriormente en 1984, el Programa de TropSoils (1984 - 1987) y su contraparte el Comité TropSoils Perú en Yurimaguas, proponen la ejecución de seis proyectos en Generación de Tecnología de Manejo de Suelos, entre los que figuran la continuación del Proyecto de Cultivos continuos vía altos insumos y la ejecución de los proyectos de bajos insumos y sistemas agroforestales. Éstos proyectos forman parte de las diez opciones de manejo de suelos presentados por el Plan Selva del INIPA (1983). La primera fase de la investigación agroforestal se inicia en 1984 con el convenio INIAA - IDCR y la segunda fase en 1989. En ambas participan activamente NCSU e ICRAF (INIAA 1988,1992).

La tecnología de cultivos continuos vía altos insumos y mecanización, presentaba signos de insostenibilidad, por la aparición de deficiencias en micronutrientes, compactación y el incremento en el ataque de insectos (NCSU 1976) fue cuestionada por Fearnside (1987) y resultó socioeconómicamente inviable para el poblador selvático peruano (Szott: & Castilla 1990). Actualmente continúa la investigación agroforestal (INIAA 1991, Szott et al. 1991).

Las actividades investigativas del INIAA en 20 años en Iquitos (Mendoza & Pinedo 1992), se traducen en avances significativos relacionados con la generación y uso de tecnologías productivas de los cultivos de caupí, plátano, frijol común, arroz, maíz, soya, yuca y frutales nativos. En 1984, se crea el Campo Experimental el Dorado en el km 36 de la Carretera Iquitos - Nauta y se establece el germoplasma de genotipos de pijuayo de Amazonía peruana, brasileña, ecuatoriana y colombiana. A partir de 1986, ejecuta el Programa Nacional de Cultivos Tropicales, cuyo objetivo es desarrollar tecnologías para promover la incorporación del pijuayo, camu - camu, arazá, guaraná y castaña en los sistemas de producción de los pequeños agricultores de la Amazonía. La investigación resulta en la propuesta de cinco sistemas de producción promisorios: camu - camu inundable (ver también Capítulo 14); arazá no inundable; arazá/limón no inundable; arazá/pijuayo no inundable y pijuayo palmito/fruta no inundable. Los dos últimos sistemas, están siendo en la actualidad, promocionados a los agricultores de la carretera Iquitos - Nauta (Picón et al.1992).

El IIAP, desde 1986 ejecuta investigación en el desarrollo de modelos agroforestales en su Estación Experimental de Jenaro Herrera. Otras instituciones de desarrollo rural como CARE - PERU (1992) y COPACMA, dentro de sus actividades promocionan agroforestería; en general, adoptan los avances de Yurimaguas e inician su propio desarrollo tecnológico.

En síntesis, en la actualidad respecto a 1975, el avance de la investigación formal en sistemas agroforestales apropiados para la Selva Baja es aún limitado, situación corroborada por la Red Latinoamericana de Cooperación Técnica en Sistemas Agroforestales de la FAO (Carhuapoma & Portuguez 1997).

 

DESARROLLO TECNOLÓGICO AGROFORESTAL EXPLORATORIO EN LA UNAP

Diagnósticos de campo y laboratorio

En las condiciones descritas, de limitada disponibilidad informativa sobre sistemas tecnológicos de uso de la tierra generados por la ciencia formal, en el ámbito amazónico en general y en la Amazonía peruana en particular, en 1975 el Departamento de Suelos de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de la Amazonía peruana, emprendió el estudio del potencial productivo del recurso suelo y los sistemas de uso de tierra practicados por las poblaciones aborígenes y colonos del Departamento de Loreto, como fundamento de un desarrollo tecnológico racionalizado de utilización de la tierra de la Amazonía peruana. Nuestros estudios, en el marco de restricciones económicas del sistema nacional universitario peruano por un lado, y por otro, las demandas de desarrollo de la población rural local, constituyen estrategias preliminares bastante modestas en un nivel exploratorio, en tanto la Ciencia Formal, con ingentes fuentes financieras de Instituciones internacionales, desarrollan con profundidad la tecnología amazónica apropiada.

Los resultados de los estudios de campo y de laboratorio (Hunter 1977) en suelos representativos de Selva Baja (Flores 1977, 1978), corroboraron la predominancia de suelos ácidos y pobres en nutrientes en los terrenos de altura, así como la gran demanda de enmiendas y fertilizantes de alto costo, y la necesidad de mecanización, para asegurar la producción de cultivos introducidos. La tecnológica de altos insumos es cara por los elevados costos de cal, fertilizantes, maquinaria, y energía fósil que tienen que transportarse desde grandes distancias y no existe acceso por tierra. Los pobladores rurales amazónicos tienen niveles de pobreza extrema, sin posibilidades de acceso al crédito y mercado para sus principales productos por desaparición del Banco del Estado y falta de políticas de mercado. En éstas circunstancias, cualquier tecnología de altos insumos es inviable. La tecnología de bajos insumos generada en Yurimaguas, validada experimentalmente en Ultisoles de Iquitos, tampoco funcionó. La necesidad de generar una tecnología apropiada para campesinos pobres, que utilizan suelos también pobres, se hizo más evidente.

Los diagnósticos de campo sobre sistemas de uso de la tierra practicados por los pobladores selváticos nativos y colonos, brevemente referidos en acápites anteriores, determinaron que estos sistemas tradicionales amazónicos son exitosos y tienen racionalidad, por fundamentarse en experimentación tradicional empírica de éxitos y fracasos, que son continuamente enriquecidos en el tiempo. La transferencia del conocimiento tradicional adquirido, se transmite de generación en generación, por tradición oral y práctica cotidiana de producción (Flores 1978, 1983, 1984a, 1984c). Estos sistemas, son básicamente de subsistencia y con restricciones de mercado; su optimización técnica con sostenibilidad productiva y con orientación comercial, beneficiará tanto a los practicantes actuales de éstos sistemas y en mayor grado a los colonos recientes desconocedores del ambiente amazónico.

Fundamento de la tecnología agroforestal

Con la información preliminar exploratoria de nuestros estudios, se inició la experimentación agroforestal también exploratoria, orientada al desarrollo tecnológico agroforestal multiestrata como alternativa racionalizada de uso de la tierra en la Selva Baja peruana. Se definió como beneficiario de la investigación, al productor selvático de economía marginal, que maneja suelos frágiles, ácidos y de muy baja capacidad productiva, por cuanto es representativo de la población rural de la región, que ocupa suelos predominantemente pobres de las tierras no inundables de la Selva Baja de la región Loreto.

El enfoque de la investigación fue adaptativa de la tecnología tradicional exitosa indígena y de colonos y su combinación con opciones viables de la tecnología moderna.

De la tecnología tradicional se adoptó el fundamento tecnológico de adaptación de la planta al suelo; utilización de diversidad de especies; labranza mínima; manejo del reciclaje de nutrientes y aplicación de los principios de sucesión vegetal.

De la tecnología moderna se adoptó el arreglo de especies de acuerdo a la estructura y la dinámica particular de cada especie; introducción de los cultivos y de los árboles de uso múltiple; orientación de la plantación que maximice la eficiencia fotosintética de todos los componentes, manejo de la materia orgánica generada en el sistema y uso de leguminosas enriquecedoras de la fertilidad del suelo.

Diseño de modelos agroforestales

Los modelos se diseñaron de acuerdo a las oportunidades de mercado y según las condiciones socioeconómicas del agricultor.

El primer modelo agroforestal funcional básico (MAFB), se diseñó en base a las especies promisorias identificadas en el trabajo de campo y a las demandas de mercado. Igualmente, los consorcios, espaciamientos, arreglos y manejo iniciales, fueron adoptados tanto de los sistemas tradicionales como de los sistemas de investigación científica. El establecimiento del MAFB, se realizo en 1980, en los campos experimentales de la UNAP, en terrenos con bosques residuales muy intervenidos, sin valor comercial y que recientemente hablan sido deforestados por campesinos pobres para practicar agricultura de subsistencia.

A partir del Modelo Funcional Básico (MAFB), se desarrollaron sucesivamente en la estación experimental, los Modelos Agroforestales Exploratorios (MAP) y los Modelos Agroforestales Prototipo (11AP), ejecutando modificaciones que perfeccionaban la funcionalidad de los modelos para su adopción y manejo por el agricultor. La fase de validación tecnológica corresponde al ajuste del modelo prototipo y a su establecimiento y evaluación en predio de los agricultores, bajo manejo del agricultor.

En general, en todos los modelos se aplicó el sistema del agricultor de roza - tumba - quema, y siembra y plantación con labranza mínima utilizando "tacarpo" (palo delgado), machete 6 pala. El manejo consistió en desyerbes periódicos, manipulación de toda fuente orgánica en beneficio de los cultivos exigentes y podas de las especies forestales. La evaluación se concentró en mediciones de biomasa y producción de cultivos de ciclo corto, y mediciones dasométricas de los árboles maderables. Los principales componentes anuales y semiperennes de la mayoría de los modelos se presentan en la Tabla 10.2.

En general, el arreglo espacial de los componentes agroforestales imita la estructura de la dinámica sucesional de la vegetación natural, conformando diferentes estratos de acuerdo a la arquitectura de la planta y su hábito heliófilo ó umbrófilo, lo que deriva en el diseño agroforestal multiestra "paytán" desarrollado imaginativamente en la UNAP (Figura 10.2). La investigación científica en diseños agroforestales multiestra es muy incipiente, y según los especialistas, demandará mucho tiempo para la generación de diseños experimentales de uso práctico estadísticamente analizables. En tanto, se recomienda recurrir a la inventiva de los científicos (Bavappa 1986, Huxley 1986 y 1987, Reifsnder & Darnhofer 1987).

FUNCIONAMIENTO DE LOS MODELOS AGROFORESTALES

La evaluación preliminar (Flores 1987a, 1987b) del modelo agroforestal funcional básico (MAFB), al quinto año de su establecimiento, registra la obtención de cinco cosechas de yuca con producciones que varían entre 12 - 21 toneladas por hectárea, dos cosechas de plátano (7 - 3 toneladas por hectárea) y tres producciones de piña (6 - 12 toneladas por hectárea). Los frutales pijuayo y copoazú, iniciaron su producción al tercer año de su establecimiento y el umarí al quinto año de la plantación. Las especies forestales al quinto año, alcanzaron un promedio de 6 - 11 m de altura total y 10 - 17 cm de DAP. El modelo, al quinto año de su establecimiento, presenta una estructura vertical multiestratificada de tres estratos: el estrato inferior compuesto por yuca y piña (0,5 - 2,5 m), el estrato medio compuesto por plátano y frutales arbóreos (3 - 5 m), y el estrato superior conformado por las especies maderables (6 - 11 m). Al sexto año, se introdujo una cobertura de la leguminosa desmodiun. A los 16 años de establecimiento del modelo, las especies forestales tienen un crecimiento variable, correspondiendo los mayores valores al tomillo, que alcanza un promedio de altura de 26,5 m y un promedio de DAP de 53,7 cm. Siguen en importancia el marupá, con 15,8 m de altura y 22,7 cm de diámetro, el huayruro, con 16,4m de altura y 19,9 cm de DAP, y en último lugar el cedro, con 12,1 m de altura y 14,8 cm de DAP. El pijuayo ha concluido su ciclo productivo, continuando en producción los frutales umarí (Poraqueiba sericea), palta y copoazú.

Estos resultados son bastante promisorios, por cuanto permiten al agricultor extender el tiempo productivo de una misma parcela, por períodos superiores al sistema actual practicado por los colonos locales y con mayores producciones. Los beneficios complementarios del sistema, son la protección del suelo de la degradación ambiental, capitalización de la tierra por los componentes perennes y la factibilización de la estabilidad del colono en su propio predio en oposición al carácter migratorio de los sistemas tradicionales

Tabla 10.2. Principales componentes de los modelos agroforestales en el estudio agroforestal en la UNAP.

ESPECIE

Nombre común

Nombre científico USOS
Alimento
Madera
Otros
HERBÁCEAS
 
Yuca Manihot spp.
X
 
 
Plátano Musa spp.
X (F)
 
 
Piña Ananas comosus
X (F)
 
 
Desmodium ovalifolium  
 
 
Cobert. y mejora fert.
LEÑOSAS
 
Amasisa Erythrina spp.
 
 
Mejora fertilidad
Añallu caspi Cordia alliodora
 
X
 
Arazá Eugenia stipitata
X (F)
 
 
Casho Anacardium occidentale
X (F)
 
Vino, mermelada
Carambola Averrhoa carambola
X (F)
 
Jugos, mermelada
Castaña Bertholletia excelsa
X
X
melífera
Caoba Swietenia macrophylla
 
X
 
Cedro Cedrela odorata
 
X
 
Cítricos Citrus spp.
X (F)
 
Melífera
Coco Cocos nucifera
X (F)
 
 
Copoazú Theobroma grandiflorum
X (F)
 
Mermelada
Cumalina ryanthera juruensis
X
X
 
Charapilla Dypterex odorata
X
X
Perfumería, melífera
Guaba Inga edulis
X
X
Mejora fert. melífera
Guaraná Paullinia cupana
 
 
Estimulante, medicina
Hamaca huayo Couepia dolicocopa
X
X
Melífera
Huayruro Ormosia coccinea
 
X
Artesanía
Jaka Artocarpus heterophyllus
X
 
 
Marupá Simarouba amara
 
X
 
Palo de rosa Aniba roseadora
 
X
Perfumería
Palta Persea americana
X (F)
X
 
Pandisho Artocarpus altilis
X (F)
 
 
Pijuayo Bactris gasipaes
X (F)
X
Vino, palmito
Tornillo Cedrelinga catenaeformis
 
X
Mejora fertilidad
Umarí Poraqueiba sericea
X (F)
X
Almidón, taninos
Uvilla Pourouma cecropiifolia
X (F)
 
Vino

 

Figura 10.2. Agroforestería multiestrata "paytán" en suelos de arenas blancas fuertemente lixiviadas de la carretera Iquitos - Nauta. A. Siembra/plantación simultánea. B. Primer año cultivos diversificados yuca, plátano y especies leñosas. C. Tercer año, producción de piña y plátano y crecimiento de pijuayo, cítricos y especies forestales de rápido crecimiento "tornillo" con copa pequeña. D. Tercer año, presentando entre otros, producción de piña y crecimiento de pijuayo y árboles de uso múltiple frutos y madera (castaña) y plantas enriquecedoras de fertilidad (guaba). (Fotos: Flores Paitán, de estudios de tecnología agroforestal de la UNAP)

El modelo prototipo, optimizado experimentalmente en espaciamientos de los componentes, arreglo espacial y secuencia cronológica, fue implementado en 1983 en los campos experimentales del Proyecto Agroforestal en Zúngaro Cocha, en cinco parcelas experimentales contiguas de 0,6 ha cada una, tres parcelas en barbechos de 5 años, una parcela en barbechos de 12 años y una parcela en barbechos de 43 años. Una parcela de cada edad fue manejada por Estación Experimental (total tres parcelas), una parcela de cinco años bajo manejo de familia indígena Bora y una parcela de cinco años bajo manejo de familia mestiza de Tamshiyacu.

El modelo prototipo para su identificación por el agricultor se denominó "paytán", por la familiaridad de los agricultores con el autor y promotor de la tecnología. El diseño del modelo prototipo multiestrata, es riguroso en los arreglos espaciales, flexible en la secuencia cronológica y muy versátil en los componentes que son determinados por las características del suelo, la oferta ambiental, el mercado, las distancias a los centros de consumo y las preferencias del agricultor.

El modelo prototipo implementado en Ultisoles de los campos de experimentales de la UNAP, seleccionó básicamente las siguientes especies (Tabla 10.2): yuca, plátano, piña, casho, uvilla, pijuayo, umarí, cítricos, coco, palta, castaña, tornillo, huayruro, cedro y desmodium. El manejo por indígenas incorporó especies de su cultura como cumalina, charapilla; y el manejo por mestizos de Tamshiyacu incorporó hamaca huayo y palo de rosa.

Los resultados preliminares al tercer año de experimentación, en general indican bajas producciones de yuca (5 - 6 toneladas por hectárea) y nula producción de plátano, en las parcelas con barbechos de cinco años, bajo cualquier modalidad de manejo (estación, agricultor nativo y agricultor mestizo). También se observó muy poca variación en el crecimiento de los árboles. La producción de yuca y crecimiento de árboles en barbechos de 12 y 43 años, se manifiestan superiores a barbechos de 5 años. El barbecho más antiguo produce más yuca (15 toneladas por hectárea) y plátano (100 racimos por hectárea), que el barbecho de 12 años (12 toneladas de yuca y 50 racimos de plátano por hectárea). En cambio, el crecimiento de los árboles es poco diferenciado entre ambas edades de barbechos. Esta información corrobora la influencia del capital de nutrientes en la mayor producción de los cultivos anuales y probablemente explica una demanda aparente satisfecha para los árboles con barbechos de 12 años.

La producción de casho se inició al segundo año, intensificándose al tercer año. La uvilla y pijuayo iniciaron la producción al tercer año. El umarí inicio la fructificación a los 5 años; y algunos individuos de castaña a los seis años, correspondiendo el mayor porcentaje de plantas en producción (más del 90%) a partir del décimo año. Respecto a los frutales introducidos, se observó un escaso desarrollo de los cítricos y coco y una mejor adaptación de la palta que inició su fructificación a los cinco años. Se corrobora la mayor exigencia de nutrientes y manejo por parte de cítricos y coco y la insuficiencia de materia orgánica generada en el sistema para satisfacer sus demandas.

En la estrategia de mejorar las condiciones del suelo, se introdujo al cuarto año una cobertura de desmodium que se maneja por podas anuales con machete; es una especie tolerante de sombra y con buen comportamiento bajo el sistema.

A los 13 años de su establecimiento, en el modelo prototipo se observa el funcionamiento de la dinámica sucesional de las especies cultivadas. La producción de plátano, yuca y pifia, concluyen entre el segundo y quinto año. A partir del sexto, octavo y décimo años, son suprimidas del sistema casho, uvilla y pijuayo respectivamente. La estructura de la plantación agroforestal es multiestratificada, con el estrato bajo compuesto por la cobertura desmodium, el estrato medio conformado principalmente por el umarí y el estrato alto integrado principalmente por castaña, tomillo y huayruro. Las mediciones dasométricas a los 11 años de su establecimiento, indican un crecimiento promedio de los árboles del estrato alto de 20,0 m de altura y 42,5 cm de DAP en tomillo; 18,4 m de altura y 30,2 cm de DAP en castaña y 16,6 m de altura y 21,9 cm de DAP en huayruro. Los árboles del estrato medio en promedio miden 12,9 cm de altura y 18,6 cm de DAP en umarí (Poraqueiba sericea); 10,3 m de altura y 8,5 cm de DAP en charapilla; 7,5 m de altura 11,7 cm de DAP en cumalina y 6,5 m de altura y 12,6 cm de DAP en palo de rosa.

Preliminarmente se concluye, que el sistema agroforestal multiestrata "paytán", funciona mejor que el sistema practicado por el pequeño agricultor local. La producción es sostenida, protege el suelo, diversifica la producción, mejora el ingreso del agricultor y lo estabiliza en su medio. En contraposición, el sistema del colono es de subsistencia, de corto período productivo, de naturaleza migratoria y con alto riesgo de deterioro ambiental.

Generalmente se atribuye poco valor económico a estos sistemas y se aduce que la subsistencia será siempre su rasgo principal. Al respecto, el fundamento de la propuesta agroforestal amazónica, tiene justificación ecológica, social y económica verificables. En relación al aspecto económico, estos sistemas a través de sus componentes de ciclo corto, abastecen la subsistencia de las familias campesinas y generan excedentes para el mercado local. Los componentes leñosos, excepto la guaba que tiene función enriquecedora de fertilidad de suelos, tienen orientación comercial para los mercados locales, y la madera y otros productos como palmito y frutos de pijuayo o de castaña y la madera, para el mercado nacional e internacional.

Evaluaciones económicas de Valor Agregado Neto (VAN) y Taza Interna de Retomo (TIR) de éstos sistemas, comparados con los de la palma aceitera africana (Elaeis guinensis), son superiores en la zona de Iquitos. El problema radica en el sistema crediticio agrícola peruano, que no tiene en cartera éstos sistemas para beneficiarlos del crédito. Por tanto, no es un problema económico su adopción e implementación, sino del sistema crediticio nacional. Un razonamiento más sencillo, es en relación al uso adecuado de la tierra, que según los estudios edafológicos (ver el Capítulo 5) tienen principalmente aptitud forestal; mediante la silvicultura de plantación, en éstos suelos, en un turno de 30 - 40 años se obtendría el mismo volumen de madera que en los sistemas agroforestales propuestos, con la ventaja de éstos últimos, de haber satisfecho la subsistencia con sus cultivos de ciclo corto y suministrando ingresos monetarios por excedentes de cultivos de ciclo corto y producción de componentes de ciclo medio y largo (frutales).

Agroforestería para la recuperación de tierras degradadas

En 1991, el Proyecto Agroforestal de la UNAP inició un trabajo exploratorio sobre la recuperación de tierras degradadas, en Ultisoles, aplicando el sistema básico multiestrata e incorporando en el sistema un componente leñoso mejorante de la fertilidad del suelo. La etapa inicial consistió en la selección de ideotipos con potencial de recuperar suelos, evaluando la capacidad de adaptación a suelos ácidos, de diferentes especies leñosas provenientes de otros ambientes tropicales así como de especies nativas amazónicas y naturalizadas de procedencia regional (Tabla 10.3). Se priorizaron especies con potencial fijador de nitrógeno, procedentes de bancos genéticos de instituciones especializadas: Banco de germoplasma de leguminosas del NFTA (Nitrogen Fixing Tree Association), con sede en Hawaii, U.S.A; Banco Genético de Semillas del ICRAF (Intemational Center for Research in agroforestry) con sede en Nairobi, Kenya; y Banco de germoplasma del CATIE (Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza), con sede en Turrialba, Costa Rica.

Tabla 10.3. Principales especies mejorantes de fertilidad de suelos.

ESPECIES Procedencias
INTRODUCIDAS  
Acacia auriculiformis Filipinas NFTA 831
Acacia mangium Hawai NFTA 27bb
Albizia lebeck Malasia ICRAF
Calliandra caluthyrsus Kenya ICRAF
Erythrina poeppigiana Costa Rica CATIE
Gliricidia sepium Costa Rica, Santa Marta NFTA 220
Grevillea robusta Kenya ICRAF
Leucaena diversifolia Hawai NFTA K156
Leucaena leucocephala México, Coahuila NFTA K636
Leucaena species hybrid Hawai, Waimanalo NFTA KX3b
Sesbania grandiflora Malasia ICRAF
Sesbania sesban Chuka, Kingajo ICRAF
NATIVAS AMAZONICAS Y NATURALIZADAS  
Albizia sp. Nativa local
Cajanus cajan Tarapoto, Selva Alta
Cassia reticulata Nativa local
Calliandra angustifolia Nativa local
Erythrina sp. Sin espinas. Nativa local y de Pucallpa
Erythrina sp. Con espinas. Nativa local.
Inga spp. Chiclayo, Costa
Tamarindus indica Tarapoto, Selva Alta

 

Los resultados al finalizar el primer año, presentaban como especies promisorias, a Inga edulis, Calliandra angustifolia, Cassia reticulata, Calliandra calothyrsus, Grevillea robusta, Acacia auriculiformis, Erythrina spp., Inga spp. y Cajanus cajan; la sobrevivencia de éstas especies fue de 80 - 100 %. El restante de especies, alcanzó una sobrevivencia muy baja, que variaba de 10 - 40 %, y presentaban un estancamiento de crecimiento. Al finalizar el segundo año, Calliandra calothyrsus, Grevillea robusta,

Acacia auriculiformis, e Inga spp., tenían bajos valores de sobrevivencia, los que variaban entre 20 - 40 %; las plantas fueron afectadas por secamiento inicial apical que posteriormente se generalizó y ocasionó la muerte de las plantas; todas fueron descartadas del estudio. De las especies nativas, Erythrina spp. mostró muy lento desarrollo y fue afectado por un barrenador del brote que ocasionó la muerte de las plantas; Calliandra angustifolia fue descartada por su bajo porte para manejo por podas. Las especies selectas como enriquecedoras de fertilidad fueron Inga edulis y Cassia reticulata. En el manejo de podas, Cassia reticulata es poco resistente, se deteriora rápidamente en el tiempo, Inga edulis es superior. El resultado final del estudio asigna a Inga edulis, el ideotipo amazónico de planta fijadora de nitrógeno con potencial enriquecedor de la fertilidad de suelos, con atributos de versatilidad de adaptación a suelos ácidos, ser tolerante a quema e hidromorfismo temporal; y bajo manejo de podas, alta capacidad de rebrote y de producción de abundante biomasa foliar.

Validación tecnológica agroforestal

Con monitoreo

En julio de 1995, en el marco de la investigación colaborativa interinstitucional, auspiciada por la Unión Europea, en convenio con la Universidad de Turku (Finlandia), y con participación de la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (UNAP), se inició en San Gerardo (km 19,5 carretera Iquitos - Nauta), la validación agroforestal multiestrata generada en la UNAP, en barbechos de 14 años en suelos de arenas blancas fuertemente lixiviadas (Capítulo 4) representativos del área de influencia de la carretera (Flores 1998a).

La hipótesis de la investigación plantea que la tecnología agroforestal amazónica desarrollada en la UNAP en Iquitos, aplicada en terrenos empurmados (en barbecho) de los agricultores locales, recuperará la capacidad productiva de la tierra y conferirá sostenibilidad productiva económica al sistema; la adopción tecnológica será factible por la familiaridad de componentes y de manejo respecto al sistema del agricultor local.

En un área de 4,0 ha, aplicando el diseño experimental de bloque completo randomizado, se comparan en tres repeticiones, dos niveles de intervención agroforestal multiestrata respecto al sistema de agricultura migratoria del colono local. Los niveles de intervención difieren en la intensidad de manejo de guaba (leguminosa enriquecedora de la fertilidad del suelo); en el primer nivel, semi - extensivo, guaba es dispersa (3 x 3 m); y en el segundo nivel, semi - intensivo, a guaba dispersa se añade guaba en (callejones) dobles hileras (0,25 x 0,50 m) distanciadas 12 m.

La preparación del terreno es tradicional bajo roza - tumba - quema; y la siembra y plantación de los diferentes componentes (Tabla 10.4), es simultánea y con labranza mínima manual con "tacarpo" (palo delgado), machete y pala. El manejo básico, consiste en desyerbes y podas de árboles y de plantas enriquecedoras; y la evaluación registra producción de cultivos, biomasa de plantas enriquecedoras. En árboles, mediciones dasométricas iniciales de altura, y después del tercer año diámetro a la altura del pecho (DAP) y diámetro de copa (DC).

La experimentación esta en la fase inicial de su desarrollo. En las evaluaciones preliminares del período Julio/95 - Julio/97 (Flores 1998a), se registran en los sistemas agroforestales, una producción comercial de yuca (4444 plantas por hectárea) valorada entre USD 790 - 910 y una producción comercial de piña valorada entre USD 603 - 609; en el sistema del agricultor se obtuvo una producción comercial de yuca (6666 plantas por hectárea) valorada en USD 880 y producción de subsistencia de piña valorada en USD 60. La producción de biomasa fresca total (hojas, ramas y leña) de guaba en el sistema semi - extensivo fue de 5,4 toneladas por hectárea y en el semi - intensivo de 15,5 toneladas por hectárea. El mejor crecimiento de frutales en ambos sistemas agroforestales correspondió a palta, con alturas promedio que variaron entre 3,78 y 3,83 m; y el mejor crecimiento de las especies del estrato alto alcanzó tornillo con alturas promedio que variaron entre 5 y 6 m.

Tabla 10.4. Componentes agroforestales multiestratados.

COMPONENTES

Nombre Común

Nombre científico Sistemas agroforestales Usos
Extensivo
Intensivo
Agric. Migrat.
Alimento
Madera
Mejora fertilidad
Yuca Manihot esculenta
X
X
X
X
 
 
Plátano Musa sp.
X
X
 
X (F)
 
 
Piña A nanas comosus
X
X
X
X (F)
 
 
Pijuayo Bactris gasipaes
X
X
 
X (F-P)
 
 
Carambola Averrhoa carambola
X
X
 
X (F)
 
 
Cítricos Citrus sp.
X
X
 
X (F)
 
 
Palta Persea americana
X
X
 
X (F)
X
 
Caoba Swietenia macrophylla
X
X
 
 
X
 
Tornillo Cedrelinga catenaeformis
X
X
 
 
X
X
Castaña Bertholletia excelsa
X
X
 
X (F)
X
 
Palta moena Mezilaurus synandra
X
X
 
 
X
 
Guaba Inga edulis
X
X
 
X
X
XXX
Desmodium Desmodium ovalifolium
X
X
 
 
 
X

(F)=Frutal, (P)=Palmito

Los avances de la investigación cuantifican mejores potenciales de producción sostenida a los sistemas agroforestales multiestrata semi - extensivo y semi - intensivo, respecto al sistema migratorio del agricultor. En un período inicial de 24 meses, el sistema del agricultor, luego de una cosecha de yuca, dejó el terreno en barbecho ante la imposibilidad del sistema de soportar un nuevo cultivo de yuca. En cambio, los sistemas agroforestales, proyectan en el corto, mediano y largo plazo producciones sostenidas con manejo de la biomasa de plantas enriquecedoras de la fertilidad del suelo. El crecimiento promedio en dos años del tornillo (5,99m en el sistema semi - extensivo y 5,04 m en el sistema semi - intensivo), comparando con el crecimiento en Ultisoles de Iquitos (2,04 m - 5,75 m), es también promisorio (Flores 1987b). Es muy importante relevar éstos resultados, por cuanto las tierras intervenidas en la investigación, tienen suelos arenosos sin aptitud agropecuaria, que deberían destinarse mas bien a la conservación, la que es su verdadera vocación (Zamora 1974, ONERN 1975 y 1996c, MA - DGFF/ORDELORETO 1981, Capítulos 4, 5 y 12).

EN CAMPO DE AGROCULTORES

La validación tecnológica exploratoria de los sistemas agroforestales semi - intensivo y semi - extensivo, en campos de agricultores locales, también se inició en 1995 cm la participación de Caritas Iquitos (Flores 1998b).

Caritas Iquitos, es una institución de la Iglesia Católica que promociona la actividad productiva de la tierra, como una estrategia viable para superar la pobreza extrema de la población rural. El ámbito geográfico del Vicariato de Iquitos, abarca una extensión aproximada de 8,5 millones de hectáreas (30 % del Departamento de Loreto) y está comprendida en la zona de vida predominante de bosque húmedo tropical. El área tiene la representatividad de la Selva Baja en suelos (Entisoles, Inceptisoles, Alfisoles, Ultisoles, Spodosoles) y en pobladores de economía marginal (indígenas, campesinos y colonos). Las comunidades promocionadas con agroforestería totalizan 58, y están distribuidas en las cuencas de los ríos Nanay, Itaya, Marañón y Tigre, y en la Carretera Iquitos - Nauta.

La promoción tecnológica se fundamenta principalmente, en la capacitación participativa de los recursos humanos, técnicos y campesinos, en el proceso de validación agroforestal monitoreada, complementada con giras agronómicas a los campos experimentales del Proyecto agroforestal de la UNAP y de otras instituciones, así como a campos de agricultores exitosos con tradición amazónica. Se prioriza la capacitación, en diagnósticos de campo y de recursos vegetales; implementación y manejo de viveros; técnicas de distribución de componentes, plantación y podas; y en el entendimiento por el agricultor de la sostenibilidad productiva de los sistemas agroforestales, vía especies enriquecedoras de la fertilidad del suelo y producción de abono orgánico con suplemento mineral.

El éxito en la transferencia tecnológica agroforestal se manifiesta, en la adopción inicial por los agricultores de pequeñas parcelas demostrativas en sus predios y, posteriormente, en la voluntaria integración de la agroforestería en una hectárea de cultivo tradicional de subsistencia. En el periodo 1995 - 1997, en total se han implementado 911 ha, entre parcelas demostrativas y parcelas de cultivo agroforestales (Flores 1998b).

La validación de campo es aún incipiente. Sin embargo, en el corto tiempo de observaciones de funcionamiento de los sistemas, complementados con resultados de talleres evaluativos con participación activa de los agricultores beneficiarios y los técnicos de campo (Flores 1997b), se han identificado signos de impactos positivos percibidos por los mismos agricultores. Ahorro de tiempo y de trabajo por ordenamiento de componentes leñosos, que racionaliza el manejo de sus cultivos de subsistencia. Los componentes leñosos agroforestales no compiten con sus cultivos tradicionales, es más bien reconocida la plantación de guaba como benefactora de sus cultivos. La extensión del tiempo productivo de la tierra, se objetiviza en la ausencia del barbecho, por continuidad de crecimiento de las plantas leñosas de valor comercial. El terreno con plantación de árboles comerciales tiene mayor valor que la purma, siendo una buena herencia para los hijos y constituye una fuente de productos y medio de trabajo que no se puede abandonar, otorgando estabilidad a la familia campesina.

En el proceso de validación tecnológica, el monitoreo y el acompañamiento a los agricultores, hasta la expresión productiva de los cultivos perennes de los sistemas agroforestales son fundamentales. Sin embargo, no son posibles de ejecutar, por la naturaleza misma de los proyectos financiados por las instituciones nacionales o internacionales, que son de corto plazo y las limitaciones presupuestarias de los proyectos que no consideran recursos suficientes para cubrir regularmente los desplazamientos a grandes distancias entre comunidades y entre predios dentro de cada comunidad, ni permiten contratar los servicios de personal especializado para el monitoreo, ni para pagos de análisis de suelos y plantas, entre otros.

CONCLUSIONES

El nivel de desarrollo tecnológico de sistemas alternativos a la agricultura migratoria en Selva Baja peruana, es aún incipiente. Las instituciones nacionales e internacionales de investigación científica formal y cm adecuados recursos económicos, aplican enfoques convencionales simplificados, a un ambiente poco estudiado y aún incomprendido, sumamente frágil y heterogéneo en sus componentes bióticos, abióticos y culturales. Sus resultados no son los esperados y prolongan el tiempo de generación tecnológica que sea viable técnica, ecológica, económica y socialmente.

Existen sistemas tradicionales exitosos de uso de tierra practicados por pobladores rurales de Selva Baja, que son el resultado de investigación informal de éxitos y fracasos logrados en más de 100 años de convivencia con el medio amazónico. Estos sistemas demuestran la factibilidad de racionalización del uso de la tierra.

El desarrollo tecnológico exploratorio agroforestal, en situación de austeridad económica, sustentada en tecnología tradicional amazónica combinada con innovaciones de la tecnología moderna, resultan en alternativas potenciales a la agricultura migratoria, de productores con economía marginal y que ocupan tierras por naturaleza infértiles.

La validación tecnológica agroforestal exploratoria, tanto monitoreada como en campos de agricultores, presentan limitaciones de tiempo y de recursos económicos en su ejecución. En el primer caso, expresan su potencialidad en el mediano y lago plazo. En el segundo caso, demandan servicios de análisis ' de suelos y de plantas, abundante energía fósil por las grandes distancias por río y personal de campo para la capacitación y el registro de la información. Los proyectos en general, son de corto ciclo y con restricciones presupuestarias.

La transferencia de tecnología agroforestal exploratoria es factible mediante la capacitación. La adopción se facilita por la familiaridad del agricultor con el manejo tradicional, y la objetivación, tanto de su mayor valor por los componentes leñosos como de su sostenibilidad productiva con el manejo de fuentes fertilizantes que el mismo puede producir.

Finalmente, la estrategia del desarrollo tecnológico exploratorio, fundamentada en la optimización de los sistemas tradicionales amazónicos estará vigente, en tanto la Ciencia formal genere la tecnología apropiada.

En resumen, la UNAP con fundamento amazónico, desarrolló experimentalmente en el nivel exploratorio, una opción tecnológica agroforestal multiestrata, orientada a campesinos de la Selva Baja peruana que viven en extrema pobreza, que practican agricultura migratoria en tierras frágiles cm suelos ácidos e infértiles. Los resultados experimentales y la validación en proceso, confirman el alto potencial de ésta tecnología, como una alternativa sostenible viable de orientación comercial, tanto a la agricultura migratoria no tradicional deterioraste, como a la recuperación de tierras de conservación degradadas. La adopción tecnológica por el agricultor es factible cm capacitación, por la percepción, tanto de la familiaridad con su manejo tradicional como por el valor económico y sostenibilidad cm recursos a su alcance.

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