Página AnteriorPágina Siguiente

9.- Evaluación de la Investigación

La evaluación "ex ante" se realiza antes de difundir las tecnologías con el fin de validarlas desde el punto de vista económico. Esta valuación implica efectuar análisis de costos, de rentabilidad, de riesgos y sensibilidad. Luego de que las tecnologías fueron difundidas, se efectúa un seguimiento o evaluación "ex post" con el fin de determinar el impacto de las tecnologías generadas.

Evaluación "ex ante"
Esta actividad se realiza mediante "ensayos de comprobación", en los que se comparan estadísticamente factores productivos propuestos versus los tradicionales (practicados por el agricultor). La totalidad de las parcelas fueron ensayos de comprobación de variedades, en las que también se probaron técnicas de control fitosanitario, de malezas y de arreglos especiales de cultivos.

Entre 1982 y 1985, se efectuaron ensayos de comprobación en las agencias de Nauta, Requena, Caballo Cocha, Iquitos y Pevas. Los resultados en cuanto a rentabilidad se presentan en el Cuadro 6, en este cuadro se aprecia que contrariamente la rentabilidad del arroz decrece cuando se aplica la tecnología mejorada. Si bien la productividad y ganancia neta por lo general se incrementa cuando se aplica la tecnología mejorada, esto no es compensatorio con el incremento de los costos. Se requiere de un análisis más profundo (vía ensayos de comprobación complementarios) para recomendar en que rubro se deberá reducir los costos de producción.

Tanto para maíz como para caupí, en general el balance es positivo en términos económicos (ambos en condiciones de suelos aluviales), el incremento de la rentabilidad es significativo en promedio al palicar la tecnología mejorada.

Anotaciones sobre la evaluación "ex pos."

La evaluación de las áreas cultivadas y los rendimientos de los cultivos de arroz. Maíz, frijol plátano y yuca, denota una recesión de la actividad agrícola durante los 16 años evaluados. Por otro lado, los avances tecnológicos aquí mostrados, permitieran el incremento de los rendimientos de arroz en un 160%, el de maíz en un 133% y el de yuca en un 40%.

En el Cuadro 7 mostramos un estimado del beneficio que esta innovación tecnológica generaría. Para este caso se asume que las tecnologías son rentables para los tres cultivos.

Usando la semilla y tecnología mejorada en la totalidad de las áreas cultivadas de estas especies, se obtendría un incremento de los ingresos de alrededor de 52 millones de dólares. Esto implica un cambio en la relación funcional de los recursos empleados en la producción. Es decir, que casi con la misma cantidad de recursos (excepto para el arroz), se obtendría una mayor cantidad de producto. Por lo tanto, se lograría una reducción considerable de los costos marginales de dichos productos.

Este análisis podría ampliarse a los demás cultivos como plátano, caupí, frijol, Maní y soya, en los cuales la EESR también ha identificado genotipos promisorios. Sin embargo para el caso del plátano, caupí y frejol, los incrementos potenciales de la productividad no nos muy grandes. Quizá, para estos casos habría que medir el beneficio no tanto por el incremento de la productividad como por el ahorro de costos, ya que se trata de genotipos resistentes a plagas y enfermedades o de mayor uniformidad en la cosecha (caso del caupí). Además, no se cuenta con estadísticas específicas de las áreas cultivadas del frejol y del caupí.

Con el fin de tener una idea sobre el retorno de la inversión dedicada a la investigación en la EESR hemos recopilado los egresos que por distintas fuentes han financiado las actividades de esta entidad. Esta recopilación se muestra en el cuadro 8.

En los 8 años que se informa, la EESR ha gastado alrededor de $ 3´725,446 (USA). Un cálculo grosero del gasto total en los 20 años de funcionamiento nos daría un gasto total no mayor de 10 millones de dólares. Si comparamos con los 52 millones de dólares como estimado del incremento de los ingresos (sólo empleando variedades selectas de arroz, maíz y yuca), vemos que el retorno de la inversión es claramente favorable. Hay que considerar los otros beneficios de mayor plazo que comúnmente suelen ser de mayor implicancia. Además tendríamos que considerar los beneficios complementarios en la distribución de los beneficios y en el medio ambiente.

En muchos otros casos, se ha verificado que la tasa de retorno de la inversión en la investigación agropecuaria ha sido y es igual a no más alta que la tasa de retorno de otras alternativas de inversión, lo cual justifica un incremento de los recursos destinados a la investigación agropecuaria.

Página AnteriorPágina Siguiente