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3.- Reseña histórica

Los primeros esfuerzos para establecer un sistema de investigación agrícola en la Selva Peruana datan del año 1970. Desde esta fecha, y durante dos décadas, el avance en el entendimiento de la compleja realidad ecológica amazónica ha determinado un ajuste parmanente de las estrategias de investigación.

La Zona Agraria VIII inició acciones de investigación agropecuaria en 1971, etapa incipiente, en la que predominaba el interés por los cultivos temporales (arroz, maní, soya y tomate); era una respuesta a la problemática y expectativas en ese entonces imperantes. Para tal fin, se condujeron experimentos en los distintos estratos fisiográficos que en la Amazonia baja se tipifican como "suelos inundables" y de "altura", aludiendo al grado de influencia que sobre ellos ejercen los cuerpos de agua. Dado a que el grueso del área de producción de los cultivos temporales se encuentra en los suelos inundables ("Barreales", "playas" y "restingas"), los trabajos se centralizaron en estos tipos de suelos.

La primera colección de frutales amazónicos, realizada en 1972, estuvo conformada por seis especies; aguaje (Mauritia flexuosa), arazá (Eugenia stipitata), caimito (Pouteria caimito), lúcumo (Lucuma abovata), parinari (Couepia subcordata) y pijuayo (Bactris gasipaes). Esta labor marcó el inicio de una redefinición de estrategias y prioridades de la investigación, donde los frutales nativos perennes son considerados componentes prioritarios de los sistemas productivos.

En 1973, la EESR era órgano ejecutor del Centro Regional de Investigación Agropecuaria del Nor-Oriente (CRIANO) con sede en Tarapoto. En ese entonces, se consideraron como cultivos materia de investigación al arroz, caupí sorgo, sandía, hortalizas, plátano y frutales nativos. En este año se inició una colección de clones de plátano tanto del tipo vianda como del tipo fruta, actividad que se continuó durante 1974.

En congruencia con la priorización regional, en 1975 se incluyó nuevamente al maní dentro de la programación además del arroz, sorgo, plátano, caupí, maíz y frutales. Desde este año y hasta 1987, el proyecto de frutales nativos de la Amazonia recibió el apoyo técnico y financiaron del Instituto Iberoamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). Se incrementó la colección a 40 especies y la investigación fue intensificada para determinar algunas características relacionadas con el manejo de los frutales y sus interacciones con otros cultivos asociados. El apoyo técnico del IICA se inició con trabajos sobre sistemas de producción considerando al frutal nativo como componente principal. El proyecto se planteó como objetivo la generación y transferencia de tecnología adecuada para el manejo de los frutales nativos de la amazonia. A partir de este mismo año se inició un pequeño servicio de transferencia a agricultores, en especial a través de un vivero que ofertaba plantones de frutales nativos.

Entre 1976 y 1978, se incluyó Urena lobata como un nuevo componente de trabajo. Además, se continuó con la ampliación de germoplasma de plátano, con introducciones tanto locales como del exterior.

De 1979 a 1981 la EESR, como dependencia del Centro de Investigación Agropecuaria del Oriente (CIAG-O), se proyectó hacia la búsqueda de cooperación financiera. En 1980 se concretaron 2 convenios; uno con el Programa Regional de Arroz (recursos del canon petrolero) para apoyar los trabajos de investigación en arroz y el otro con el Centro Regional de Investigación del Oriente (CRIOR) para apoyar los trabajos de maíz, caupí y frutales nativos.

La investigación y la extensión fueron fusionados en 1981 con miras a mejorar el proceso de generación de transferencia de tecnología hacia los productores. En este mismo año, el Instituto de Investigaciones de la Amazonia Peruana (IIAP) amplió su apoyo económico a nuestra Estación.

De 1982 a 1988, la EESR fue órgano ejecutor del Centro de Investigación y Promoción Agropecuaria (CIPA XVI - Iquitos) investigando en los cultivos de caupí, plátano, frijol común, arroz, maíz, soya, yuca y frutales nativos. En 1983 se recibió el apoyo de la Universidad de Costa Rics y del CENARGEN-Brasil en técnicas de colección de germoplasma de pijuayo. A partir de 1984 y hasta 1987, el IICA brindó asesoramiento para el desarrollo de módulos de producción en campo de agricultores; se insertó en la metodología el llamado "enfoque de sistemas".

Al instaurar el Campo Experimental "El Dorado", en 1984, se estableció el germoplasma de pijuayo como producto de la recolección de genotipos de la Amazonia Peruana, Brasilera, Ecuatoriana y Colombiana.

Durante 1985 se contó con el apoyo económico del IIAP, Proyecto Promoción Agrícola, (AID) y del IICA, lo que permitió reiniciar los trabajos en maní además de continuar la investigación en los demás cultivos. También se inició una evaluación de sistemas de producción en la localidad de Tamshiyacu, el componente principal de estos sistemas es el "umarí" (Poraqueiba sericea).

En 1986, el INIAA fue reestructurado en base a Programas Nacionales; en la EESR entraron en vigencia los Programas de Investigación de Arroz, Maíz, Leguminosas de grano, Oleaginosas y Cultivos Tropicales. En este período se concretó el apoyo técnico por parte del CENARGEB-EMBRAPA, así como el apoyo técnico y financiero de la Misión de la Universidad de Carolina del Norte (U.S.A.), del Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (CIID, Canadá) y de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI).

En 1987 se inició la recolección de material genético de camu camu en la Amazonia Peruana. La AECI inició su cooperación técnica en cuanto a cultivo in vitro de especies vegetales, sistemas de producción y agroindustria. El IICA apoyó a través de un experto en transferencia de tecnología quien brindó su colaboración en el planeamiento y ejecución del proceso de transferencia así como también en la gestión de créditos y organización de la Estación Experimental.

En 1988 se incluyó el Programa de Investigación en Recursos Genéticos, el cual a través del Proyecto IEE captó un profesional más y los trabajos incluyeron labores de recolección y caracterización de germoplasma de camu camu, arazá, pijuayo así como de raíces y tubérculos. En este año se instaló el laboratorio de cultivo in vitro de tejidos vegetales de la EESR.

Durante 1989, se ampliaron los experimentos en sistemas de producción, se iniciaron los trabajos de micropropagación de pijuayo, plátano, yuca y algunas otras especies perennes. En 1990, se inició la cooperación técnica financiera de la Agencia Internacional de Cooperación Japonesa (JICA) por medio de un técnico experto en cultivos tropicales; también se amplió la cooperación financiera del CIID, Canadá la cual se orientó a la definición de técnicas de transformación de frutales nativos, especialmente pijuayo y arazá.

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