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CONSIDERACIONES FINALES

1. Desde 1969, se sembraron en Jenaro Herrera por lo menos 113 especies arbóreas: 104 nativasy 9 exóticas. Se ejecutaron, a título diverso, mediciones para evaluar el crecimiento de 88 de ellas.

Actualmente, se evalúa mediante parcelas permanentes de control el desarrollo de 32 especies (7988 individuos en 204 PPC), siendo las plantaciones controladas más antiguas de 1971. Para fines de capacitación se puede observar el comportamiento, de 35 especies más. Cedrelinga catenaeformis y Simarouba amara son las especies más estudiadas, con 3200 individuos en 62 PPC y 1832 en 42 PPC, respectivamente.

2. Con base en el crecimiento observado a la edad de diez años, se puede clasificar tentativamente las especies de la siguiente manera:

a) especies para usos en la industria de la madera

Cedrelinga catenaeformis y Simarouba amara destacan con incrementos medios anuales de más de 1,5 cm en diámetro y 1,5 m en altura.

La producción de semillas en Jenaro Herrera permite asegurar la crianza de unos 100 000 plantones anuales para cada una de éstas especies, y su establecimiento a campo definitivo es fácil, aún a raíz desnuda.

Parkia multijuga, Ormosia sp3 y Sclerolobium aff. tinctorium muestran incrementos medios anuales entre 1-<1,5 cm en diámetro y 1-<1,5 m en altura. Las dos primeras especies tienen una producción de semillas escasa y/o muy irregular, que limita su participación en programas de reforestación.

· Ocotea aciphylla y Caryocar glabrum presentan un desarrollo levemente inferior al grupo anterior, alrededor de 1 cm dap.a-1. La primera, típica especie del bosque ribereño de la planicie aluvial fluviátil, es indicada para reforestan los pies de ladera de la terraza alta, mientras que la segunda prefiere los suelos arenosos de color gris-amarillento.

· Iryanthera elliptica, Manilkara bidentata, Virola albidiflora y Carapa guianensis muestran un incremento medio anualmente diamétrico entre 0,5-<l cm. Las dos últimas son especies de los bosques de quebrada en la terraza alta.

· Hymenaea courbaril alcanzó después de 10 años un diámetro medio de 2 cm y no es recomendable para plantaciones forestales.

b) especies para usos en construcciones rurales

· Guatteria elata y G. hyposericea destacan con incrementos medios anuales de más de 1,5 cm en diámetro y 1,5 m en altura. La segunda muestra mejor capacidad de poda natural que la primera, pero su producción de semillas es un tanto escasa.

· Aspidosperma sp1, con un incremento medio anualmente diamétrico alrededor de 1 cm, crece algo mejor que Aspidosperma schultesii.

3. Las experiencias hasta la fecha permiten deducir las siguientes enseñanzas silviculturales para Cedrelinga catenaeformis:

Suelos.- En la terraza alta de Jenaro Herrera, Cedrelinga catenaeformis alcanza su mejor desarrollo en las laderas (ver plantaciones 106-72 y 209-74). En la propia Ilanura, su crecimiento es más lento (ver plantación 103-75). Hacia los bajiales es frenado por los, suelos transicionales más pesados (ver plantaciones 109-73 y 218-85); la especie muere totalmente sobre suelos hydromórficos (ver plantación 209-74, Schwyzer sf/c). En los suelos pesados, es posible que la asociación con Euterpe precatoria favorezca el desarrollo de tornillo (ver plantación 114-72).

C. catenaeformis crece mal sobre los suelos compactados de antiguos pastizales (ver plantaciones 403-85 y 414-88). El uso anterior del suelo por chacras afecta levemente el desarrollo de la especie. En Jenaro Herrera, el crecimiento máximo de tornillo se observa en plantaciones de enriquecimiento de bosque primario explotado y correctamente aperturado o en campos abiertos recientemente (ver plantaciones 501-73,205-73 y 406-86).

Trasplante y densidad de siembra.- Con plantones de cinco meses, C. catenaeformis trasplantado a raíz desnuda muestra un excelente prendimiento, incluso en campo abierto (ver plantación 406-86). Vale mencionar que Aróstegui y Díaz (1992) recomiendan usar plantones no mayores de tres meses de edad. A mayor edad de los plantones, la supervivencia con este método de trasplante baja (ver plantaciones 218-85, 304-86).

A campo abierto, tornillo muestra un desarrollo inicial poco satisfactorio (fuste sinuoso con ramificaciones y copa aparasolada) cuando es sembrado con espaciamientos mayores a 3,8 m (ver plantación 214-85); los defectos no se corrigen con el tiempo (ver plantación 216-74).

Dos posibilidades se ofrecen para remediar el problema, ambas orientadas a crear condiciones de competencia lateral. La primera consiste en reducir el espaciamiento de siembra, recomendándose tentativamente un rango entre 1,5 m y 2,8 m (ver plantación 214-85). La otra medida implica la existencia de un rodal acompañante educador desde el principio.

Rodal acompañante educador.- Tres posibilidades están abiertas para contar con un rodal acompañante educador, dos de las cuales son aplicables a plantaciones en campo abierto. La primera consiste en dejar instalarse desde un inicio las especies de purma entre los, árboles plantados, controlando que no sobrecimen a C catenaeformis. Este método se revela efectivo, siempre y cuando se reprima oportunamente el desarrollo de la purma (ver plantaciones 401-74 y 211-75) En particular, la compañía de Jacaranda copaia parece indeseable por su agresivo crecimiento (ver plantación 111-71). Inmerso en una purma descontrolada, tornillo tiende a desaparecer (ver plantación 210-75).

Otro método es sembrar C catenaeformis en fajas de enriquecimiento, como lo propone Schwyzer (sf/c). El éxito de este método depende de la correcta regulación de la luz recibida. El mejor crecimiento absoluto en Jenaro de tornillo se observa en un rodal donde se ejecutaron una reducción de 40-50% del área basal de un bosque primario previa a la instalación de las fajas, y luego intervenciones oportunas de apertura (ver plantación 501-73). Intervenciones más leves y discontinuas condujeron a una elevada mortandad y crecimientos marcadamente inferiores (ver plantaciones 504-77 y 502-77).

La tercera posibilidad, útil en campo abierto, fomenta la mezcla con otras especies maderables comerciales.

Mezcla con otras especies maderables comerciales.C catenaeformis y Simarouba amara fueron sembradas en mezcla de líneas alternas desde 1973, con la intención de que cada especie eduque a la otra. A los 20 años, está mezcla muestra ser muy inestable, probablemente porque las dos especies presentan un temperamento heliófito similar, que conduce a la supresión de una de las dos (ver plantaciones 401-74 y 402-73).

Más promisoria parece la mezcla de C. catenaeformis con Guatteria elata, ya que éstas dos especies son complementarias en su estado natural (dominante y codominante respectivamente), y que el periodo de rotación de la segunda es más corto que el de tornillo (ver plantaciones 224-86, 205-73 y 501-73). Se requieren más ensayos con está mezcla para confirmar está apreciación.

La especie como componente agroforestal.- Sembrado en mezcla con la uvilla (Pourouma cecropiaefolia), C catenaeformis domina paulatinamente a partir de los tres años, decayendo la producción de frutos de los árboles afectados. Para crear condiciones, mínimas, de estabilidad del sistema, la instalación del tornillo no debiera hacerse con espaciamientos inferiores a 8 m, y la densidad inicial bajada en 50% después de tres años mediante un raleo selectivo positivo (ver plantación 406-86).

Modelos de crecimiento.- Modelos de crecimiento de C catenaeformis serán tratados en una pr6xima publicación.

4. La publicación de este documento no constituye más que un momento de reflexión en el desarrollo del proyecto de investigación "Silvicultura. en plantaciones de especies forestales nativas", y de ningún modo su culminación. Por está razón, es recomendación de los autores:

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