Con base a los resultados obtenidos en el proceso de ZEE, a continuación
se presentan algunas recomendaciones para el proceso de ordenamiento
territorial del área de influencia de la carretera Iquitos-Nauta:
Las zonas más propicias para desarrollar
proyectos de carácter productivo en base a cultivos permanentes, usando
de preferencia sistemas agroforestales, por su magnitud y continuidad
espacial, se localizan principalmente en la faja comprendida entre el eje
de la carretera Iquitos-Nauta y el río Itaya (entre los caseríos
Varillal y Cahuide). Sobre el particular, cabe mencionar que estas zonas
presentan fuertes limitaciones por la baja fertilidad natural de los
suelos. Así
mismo, desde el punto de vista socioeconómico, las limitaciones para el
uso adecuado de estas tierras están relacionadas, por un lado, con el
bajo nivel de rentabilidad, limitaciones del mercado de Iquitos y la débil
oferta de alternativas tecnológicas,
y por otro, con la precaria condición económica del morador que
no permite realizar más inversiones que la de su propia mano de obra
familiar y el débil conocimiento sobre el uso y manejo apropiado de estas
tierras.
Las zonas más
aptas para desarrollar proyectos de manejo forestal se localizan
principalmente en el margen derecho del eje de la carretera
Iquitos-Nauta. En este sector se puede desarrollar una zona de producción
forestal permanente de acuerdo a la legislación forestal.
Las zonas más
adecuadas para el desarrollo de la piscicultura, por la característica
del relieve, tipo de suelo y presencia de quebradas, están ubicadas en la
mismas zonas identificadas para las actividades
agropecuarias, entre el eje de la carretera Iquitos-Nauta y el río Itaya
(entre los caseríos Varillal y Cahuide).
Se
recomienda desarrollar un eje de desarrollo turístico teniendo como base
al Parque de Quitococha, la Reserva Alpahuayo Mishana y la ciudad de
Nauta, como punto de acceso a un sector de la Reserva Nacional Pacaya
Samiria y al sector donde se forma el río Amazonas (unión del los ríos
Marañón y Ucayali).
Se
recomienda potenciar al eje recreacional de la carretera Iquitos-Nauta,
con base al aprovechamiento adecuado
de las diversas quebradas y lagos existentes en esta zona.
Las
actividades de explotación de canteras (arena cuarzosa y arcillas) deben
ser normadas para evitar o mitigar problemas ambientales y conflictos con
la conservación de los bosques de varillal.
Las zonas
de expansión urbana, tanto de Iquitos como de Nauta, deben ser
planificadas adecuadamente a fin de evitar problemas de crecimiento anárquico
de estas ciudades. También se debe planificar y normar el desarrollo de
los diversos centros poblados localizados en el eje de carretera, teniendo
en consideración criterios ambientales y ecológicos. Nauta debe
acondicionarse urbanamente para desempeñar nuevos roles, relacionados
especialmente con las actividades recreacionales, punto de interconexión
turística y de intercambio modal para el flujo de bienes y servicios.
La nueva
infraestructura de carreteras sólo se debe localizar en la franja de
producción agropecuaria con el propósito de articular tanto al aparato
productivo como las poblaciones localizadas en el río Itaya y en el
sector del río Amazonas a la altura de San Joaquín de Omaguas.
La zona de
Cahuide, por su ubicación estratégica en el punto de intersección de la
carretera Iquitos Nauta con el río Itaya, así como San Joaquín de
Omaguas, tanto por su tradición histórica como
por su posición
estratégica en el río Amazonas, amerita un tratamiento especial desde el
punto de vista de la interconexión carretera y del desarrollo urbano
rural.
El lago
Moronacocha requiere de un tratamiento especial para su recuperación, el
cual debe incluir necesariamente la solución
del tratamiento final de las aguas servidas de la ciudad de
Iquitos.
Existen
algunos indicios sobre el potencial hidroenergético del río Itaya (zona
aguas arriba de Cahuide) por la diferencia de nivel de cerca de 80 metros
en puntos cercanos en el marco de un paisaje colinoso. Sin embargo se
requiere de estudios de mayor detalle para determinar su viabilidad técnica,
económica y ambiental.
En las
zonas de recuperación se deben desarrollar los programas de reforestación,
así como promover proyectos de agroforestería.
Se
recomienda la categorización definitiva de la Zona Reservada Alpahuayo
Mishana.
El proceso
de titulación de tierras debe ser revisado con el propósito de
compatibilizarlo con las áreas más propicias para el desarrollo
agropecuario de la zona y evitar conflictos de uso.
Desarrollar
un programa de monitoreo del proceso de deforestación y del uso de la
tierra, con el propósito de definir políticas oportunas para la ocupación
ordenada del espacio y prevenir problemas ambientales.
El
desarrollo bioindustrial, con base en los productos de la biodiversidad
local, se debe localizar preferentemente en las zonas de ampliación
urbano industrial, tanto de la zona de Iquitos como de Nauta. Esto implica
implementar proyectos de equipamiento de servicios de agua, desagüe y
electricidad de estas zonas.
Elaborar y
poner en ejecución un plan de ordenamiento territorial basado en la
propuesta de ZEE, que responda a la visión de desarrollo (plan estratégico).
En zonas
donde se desarrollarán proyectos de desarrollo es necesario realizar
estudios de ZEE de mayor detalle.
|