CAPITULO IX
Entrada al Amazonas Nauta Misiones Altas y Bajas de Mainas conversiones en el Ucayali Comercio de zarzaparrilla Ventajas de comerciar con esta región.
El río por el que ahora entramos es el ramal principal del Amazonas, el cual lleva su nombre peruano de Marañón hasta Tabatinga en la frontera brasileña; más abajo, de ésta y hasta la confluencia con el río Negro toma el nombre de Sofimões y desde allí hasta desembocar en el océano se llama Amazonas. En el mismo río, en todas partes y para evitar confusiones, lo llamaré Amazonas desde este punto hasta el mar.
El avance del gran río en su silenciosa grandeza era sublime, pero era pasmoso el indomado poder de sus turbulentas aguas a medida que éstas recortaban sus orillas, derribaban a los enormes habitantes de la selva y formaban islas. Ondeaba a través del yermo con un aire majestuoso y solemne. Sus aguas se veían furiosas, indolentes e implacables y toda la escena despertó un temor reverente como aquél que despierta las ceremonias funerarias, el cañón de salvas, el rugido del viento y el furioso vaivén de las olas cuando todas las manos son llamadas para enterrar a los muertos en un mar agitado.
Esto me hizo recordar nuestro Misisipí durante su máxima crecida; las aguas son bastante turbias y turbulentas; pero a este río le falta el encanto y la fascinación que posee su compañero del norte con la plantación sobre sus riberas; la ciudad sobre el barranco y el buque de vapor sobre sus aguas; no obstante, me sentí complacido ante su visión. Ya había recorrido setecientas millas por agua y me imaginaba que este poderoso río pronto me llevaría al océano; sin embargo el viaje por agua recién había comenzado; iban a transcurrir muchos meses antes de que viera nuevamente la cara familiar del mar y muchas veces cuando estuve cansado y aburrido de la vida en canoa, exclamé: "¡Este río parece interminable."
Su capacidad para el comercio es inconcebiblemente grande. Su futuro industrial es el más brillante y con el toque del vapor, la colonización y los cultivos, este río ondulante y su magnífica divisoria de aguas podrían empezar un despliegue de resultados industriales, los cuales mostrarían al valle del Amazonas como una de las regiones más encantadoras de la faz de la tierra.
De sus montañas uno puede extraer plata, hierro, carbón, cobre, azogue, zinc y estaño; de las arenas de sus tributarios se puede lavar oro, diamantes y piedras preciosas; de los bosques se pueden reunir medicinas de las cualidades más raras, especias del aroma más exquisito, gomas y resinas de las propiedades más variadas y útiles, tintes con los matices más brillantes con maderas de ebanistería y de construcción de la textura más pulida y más durable.
Su clima es un eterno verano y su cosecha es permanente. A continuación traduzco de un libro de viajes por estas regiones, escrito por el conde Castelnau (recibido desde mi regreso a los Estados Unidos), un relato sobre la capacidad de algunas zonas del sur de esta vasta divisoria de aguas:
"La producción de la región es extraordinariamente variada. La caña de azúcar, cosechada al término de ocho meses desde que se plantó, es la fuente principal de riqueza de la provincia de Cercado."
"En esta provincia también se cultiva el café con éxito y la provincia de Chiquitos produce su fruto dos años después que se ha plantado y requiere de muy poca atención. Recién introducido en estas dos provincias, el cacao da su fruto al término de tres o cuatro años a lo sumo. El tamarindo, que crece en las mismas localidades, da su cosecha en cinco años. El algodón da cosechas anuales; hay dos variedades, la blanca y la amarilla. El tabaco crece, como quien dice sin cultivo, en la provincia de Valle Grande, donde constituye el principal producto para el comercio. Igualmente es abundante el índigo, del cual hay tres clases cultivadas y una en estado silvestre. El maíz produce al término de tres meses durante todo el año; también se cultiva en la provincia de Cercado. 1,a yuca produce ocho meses después de haberse plantado; hay dos clases, una dulce y la otra amarga, la primera puede reemplazar a la papa e incluso al pan y la segunda sólo es buena como almidón. Existe una enorme cantidad de clases o variedades de plátanos, los cuales producen al año de ser sembrados; se cultivan principalmente en la provincia de Cercado. Tanto en la provincia de Cercado como en la de Chiquitos, se cultivan dos clases de arroz, una blanca y la otra de color. Producen cada cinco o seis meses y se dice que en la región de Chiquitos se les encuentra en estado silvestre.."
"La uva, no es un artículo de beneficio, a pesar de que crece abundante por todas partes y en especial en la provincia de Cordilleras donde era cultivada en las Misiones hasta la época de la Independencia. Quizás algún día se convierta en una de las principales fuentes de riqueza de esta región. El trigo, la cebada y la papa podrían ser cultivados con beneficio en las provincias de Chiquitos y Cordilleras, pero hasta ahora sólo han tenido éxito en la provincia de Valle Grande. En la provincia de Cercado ya se ha empezado a cultivar coca y también se encuentra en estado silvestre, como la quina, en las montañas de Samaripata. Como ya hemos dicho, las frutas abundan en esta región. Principalmente se cultivan naranjas, limones, cidras, higos, papayas, granadas, melones, sandías, chirimoyas (los brasileños las llaman fruto de conde) piñas, &a. La última de estas frutas crece en estado silvestre y abunda mucho en los bosques de Chiquitos. La encontramos en Santa Ana, particularmente la tarde que llegamos. Su sabor es excelente pero deja en la boca una sensación tan quemante que me arrepiento amargamente de haberla probado. En la provincia se cultiva suficiente cantidad de jalapa, quina, zarzaparrilla, vainilla, rocou (achiote), copahu, ipecacuahna, cooutchone, copal, &a. Abundan maderas para teñir para el trabajo de ebanistería y de construcción; la gente de la región reúne cuidadosamente gran cantidad de gomas, raíces, cortezas, a las cuales les atribuye las más variadas propiedades medicinales. En muchos puntos del departamento y especialmente en las provincias de Valle Grande y Cordilleras, se encuentra hierro y vestigios de azogue. El oro se encuentra en la provincia de Cercado, cerca del poblado de San Xavier (1). Los jesuitas trabajaron minas de plata en las montañas de Colchis. Mientras fue gobernador de Chiquitos, don Sebastián Rancas, anunció al Gobierno que se habían encontrado diamantes, de agua muy fina, en los riachuelos de los alrededores de Santo Corazón." (2)
4 de setiembre. Las orillas del río son bajas pero abruptas. Los estratos inferiores próximos a las orillas del río son de arena; se endurecen como roca debido a la presión superyacente del suelo con sus grandes árboles. Habían muchas marsopas que jugueteaban en el río. A las 3 p.m. pasamos el brazo angosto del río que corre por Urarinas, un pequeño poblado situado sobre la orilla izquierda. El canal que está dentro de la isla parecía completamente seco. Sin embargo, Ijurra lo cruzó en una pequeña canoa y en el pueblo compró algunas aves de corral y un pequeño mono. El canal del río corre cerca de la orilla derecha. Urarinas tiene ochenta habitantes.
5 de setiembre. Ahora se están reproduciendo los patos reales*, una especie grande y hermosa de pato que abunda en el río. Vimos cantidades de parejas que conducían a sus crías en el agua. Aunque las crías no podían volar, podían zambullirse tanto tiempo y tan rápido que no las podíamos agarrar. Traje a casa una pareja de estos patos y veo que se ajustan exactamente a la descripción de un ganso egipcio. En sus alas tienen pequeños cuernos.
Nos encontramos con canoas de Tarapoto que venían por el Ucayali, llevaban pescado salado; también con una que pertenecía a Urarinas y regresaba después de haber llevado zarzaparrilla a Nauta.
6 de setiembre. Pasamos la desembocadura del riachuelo Airico por el lado izquierdo. Uno de nuestros indios dice que si se asciende este riachuelo durante una semana, el viajero llegará a un lago y durante otra semana llegará a unas montañas.
Desde que entramos al Amazonas todos los días hemos tenido ráfagas de viento bastante fuertes. Las canoas navegan tan lentamente que no pueden pasar las olas y uno se ve obligado a arrastrarlas a tierra y a esperar a que la tormenta pase. Por primera vez, hoy vimos caimanes.
7 de setiembre. Llegamos a Parinari. Este es un poblado indio de trescientos treinta habitantes, situado en una colina sobre la orilla derecha del río. Tiene aproximadamente veinte pies sobre el actual nivel del río, el cual se eleva completamente a unos tres pies de las casas. La gente vive principalmente de la pesca y recolecta zarzaparrilla para venderla en Nauta. El Teniente Gobernador nos dio un licor fuerte preparado a base de plátanos. Era una sustancia repugnante, muy fuerte y se dice que es dañina.
8 de setiembre. Vimos ronsocos y los fiscales* mataron a seis monos aulladores con sus pucunas. Pasamos la desembocadura de Tigre Yacu por el lado izquierdo. Tiene setenta yardas de ancho y se ve profundo y libre de obstáculos. Sus aguas son más transparentes que las del Amazonas. Es navegable para canoas durante un gran trecho río arriba y hay una considerable cantidad de zarzaparrilla en sus riberas, aunque están habitadas por salvajes que al parecer son belicosos y peligrosos. En la noche acampamos en una isla cerca de la mitad del río. Hay una estrecha isla ubicada entre nosotros y San Regis, un pequeño pueblo sobre la margen izquierda, de donde pudimos oír el sonido de música y de parranda durante toda la noche. Tiene doscientos diez habitantes.
Los fiscales*, quienes cocinaban sus grandes monos en una fogata en la playa, nos mostraron la escena nocturna más salvaje y pintoresca. Se parecían más a demonios asando seres humanos que a siervos de la Iglesia.
9 de setiembre. Pasamos un canal llamado Pucati, el cual es una pequeña desembocadura del Ucayali. Ahora está casi seco. En época de lluvias es transitable para canoas, pero su curso se expande tanto (formando pequeños lagos) que deja pocos lugares para encender una fogata o para dormir, y por esta razón se le navega muy poco. Se emplea tres días para cruzarlo desde el Ucayali hasta el Amazonas y seis para atravesarlo del otro modo. Poco después que lo pasamos, cruzamos otro pequeño canal, el cual se dice que se comunica con un gran lago; grande quizás cuando está lleno, es decir, cuando toda la región entre el Ucayali, el Amazonas y el canal de Pucati está casi inundada. Al mediodía llegamos a Nauta, después de haber recorrido doscientas diez millas desde la desembocadura del Huallaga.
Visitamos al Gobernador General de las Misiones de Manas, don José María Arébalo (sic: Arévalo), quien nos recibió con cierta formalidad y nos dio habitaciones en una de las casas del poblado, sospecho que sacó a los habitantes con este propósito. Mi compañero Ijurra no estaba seguro de que íbamos a tener un recibimiento cordial, ya que cuando él fue subprefecto de la provincia arrestó a Arébalo (sic) y lo llevó como prisionero de Balza Puerto (sic) a Moyobamba. Pero nuestro amigo fue demasiado magnánimo para recordar viejas enemistades y él e Ijurra pronto se convirtieron en compañeros constantes.
Nauta es un poblado pesquero de mil habitantes, la mayoría son indios de la tribu Cocama, la cual es diferente a la de los cocamillas de Laguna. Tiene unos cuantos residentes blancos que se dedican a comerciar con los indios: pescado salado, cera y zarzaparrilla, que se obtienen del Ucayali. Don Bernardino Cauper, un viejo portugués, hace casi todo el negocio de la zona. El envía a grupos de indios a pescar o a recolectar zarzaparrilla sobre el Napo y el Ucayali, y tiene dos o tres botes (en esta parte de la región se llaman garreteas**) que comercian río abajo hasta Egas. El abastece a toda la región alta con artículos del Brasil y recibe consignaciones de esta región, las cuales envía a Egas.
Don Bernardino vive con cierta comodidad. Tiene abundante carne (tortuga, pescado salado, aves de corral), farinha** de la zona baja, y habas y cebollas de su pequeña huerta. En la zona alta hay buen tabaco para fumar y un saludable aunque ardiente vino de Lisboa para beber. Durante mi viaje, frecuentemente me sorprendió el valor relativo de las cosas. En los Estados Unidos, el hombre más rico de un poblado de mil habitantes pensaría que la mesa de Bernardino, está pobremente abastecida y despreciaría una hamaca de lías colgada entre dos ganchos en un almacén que sirve como lugar para dormir. Sin embargo, estas cosas fueron un magnífico lujo para nosotros y como era lo mejor que se podía encontrar, don Bernardino estaba, sin duda, totalmente satisfecho y no deseaba nada mejor.
El viejo caballero es muy devoto. En esta época el cura* de Pebas estaba en Nauta, vigilando las reparaciones que se estaban haciendo a la iglesia y nosotros celebramos la Novena* en honor de Nuestra Señora de la Merced, la patrona de las armas del Perú. Los gastos del servicio (una remuneración para el padre* y la iluminación de la iglesia con cera) corrieron por cuenta de personas particulares. El padre* contribuyó el primer día, luego el senhor** Cauper; luego su esposa; la hermana de su esposa, su hijo, su bonita sobrina brasileña, donna (3) Candida; luego Arébalo (sic); luego Ijurra y yo, y el domingo terminó el sacerdote. Pero mi viejo amigo no estaba contento con esto y cuando el lunes partimos para el Ucayali, lo dejé ocupado en otro servicio religioso, haciendo estallar cohetes y disparando de vez en cuando, un viejo trabuco cargado hasta la abertura, en honor de un milagro que había ocurrido en Rimini, Italia, hacía más o menos año y medio, del cual recién teníamos conocimiento.
El Gobernador General me dio algunos datos estadísticos, de los cuales se deduce que la provincia de Manas se divide en la provincia misma, (cuya capital es Moyobamba), en las Misiones Altas y Bajas y en las Conversiones del Ucayali.
La Misión Alta tiene cuatro distritos, Balza Puerto (sic), Xeberos, Laguna y Andoas; contiene diecisiete poblados y nueve mil novecientos once habitantes. La Misión Baja tiene dos distritos, Nauta y Loreto, en diecisiete poblados y tres mil setecientos ochenta y nueve habitantes. Las Conversiones del Ucayali limitan con los poblados de Sarayacu, Tierra Blanca y Sta. Catalina, y tienen mil trescientos cincuenta habitantes, la mayoría son conversos de la tribu de los panos. Los gobiernan los sacerdotes del Colegio de Ocopa, quienes están bajo la dirección espiritual de su guardián*, pero mantienen su autoridad temporal bajo el prefecto del departamento. Arébalo (sic) calcula en cuatrocientos siete el número de blancos (hombres, mujeres y niños) en las Misiones y Conversiones.
Ambas Misiones están bajo la autoridad de un gobernador general cuyo cargo depende del subprefecto de la provincia. Cada distrito tiene su gobernador y cada pueblo su teniente gobernador. Las otras autoridades de un pueblo son curacas, capitanes, tenientes, ayudantes, subtenientes, sargentos, alcaldes* y alguaciles. (Todos ellos son indios). El cargo de curaca es hereditario. A veces el derecho de sucesión se ve interferido por el gobernador blanco y esto siempre produce descontento y de vez en cuando (junto con otros agravios) es la causa de rebelión y disturbio. Los salvajes tratan a su curaca con gran respeto y ante su mandato se someten al castigo corporal.
No conozco ningún establecimiento legal en las Misiones, la ley sale de la boca de los gobernadores. Los indios son castigados con el azote o con el confinamiento en el cepo; a veces se apresa a blancos, pero si su delito es muy grave, se les envía a las cortes de la capital para que se les juzgue.
Arébalo (sic) calcula en veinte mil dólares anuales el valor del comercio de las Misiones con Brasil y en veinte mil más con la costa del Pacífico a través de Chachapoyas y Truxillo. Las producciones vegetales de las Misiones no igualan al valor de las importaciones, pero la gente obtiene algún dinero de la costa gracias a sus manufacturas de algodón grueso y de sombreros de paja, y de vez en cuando se obtiene un poco de oro de las arenas del Napo y del Pastaza.
Las Misiones envían a Chachapoyas y Truxillo, tabaco, pescado salado, sombreros de paja, telas de algodón grueso, cera, incienso para los templos, bálsamos de copaiba y vainilla; a cambio reciben ganado, caballos, mercancías de Europa y un poco de dinero. Los brasileños transportan artículos pesados, como el ya descrito cargamento de los comerciantes que encontramos en Laguna y a cambio reciben sombreros de paja, hamacas de los indios, zarzaparrilla y dinero. El precio de la zarzaparrilla de las Misiones se calcula en dos mil dólares en el lugar de producción y seis mil en su lugar de venta en Brasil; el precio de la cera es el mismo en el lugar de producción y de cuatro mil dólares en el lugar de venta. Sin embargo, la mayor ganancia se obtiene del pescado, del cual se extraen treinta mil unidades anualmente en el Ucayali y en el Amazonas. Allí cuesta aproximadamente tres centavos la unidad y en Tarapoto, Lamas y otros lugares de la provincia cuesta alrededor de doce centavos y medio la unidad.
Cálculo de los gastos y retribuciones de una canoa cargada con pescado salado desde Nauta hasta Balza Puerto (sic).
Debe | Una canoa cargada con ochocientas unidades puede comprarse en Nauta por una yarda de tela de algodón inglés (valorada en veinticinco centavos) por cada ocho unidades |
$ 25.00
|
Flete o alquiler de una canoa por treinta y seis días de Nauta a Balza Puerto (sic), a 3 1/8 centavos diarios |
1.12 1/2
|
|
Paga de siete peones, 12 yardas de tela de algodón de Tarapoto a 12 1/2 centavos la yarda |
10.50
|
|
Mantenimiento de los siete hombres por treinta y seis días a 3 centavos diarios. |
7.56
|
|
44.18 1/2
|
||
Haber | Ochocientas unidades en Balza Puerto (sic) a 12 1/2 centavos |
100.00
|
|
||
Ganancia |
55.81 1/2
|
o alrededor de ciento veintiséis por ciento en treinta y seis días.
El cargamento de retorno también produce ganancia, de manera que mi amigo, el Gobernador, quien en virtud de su cargo puede conseguir tantos hombres como desee para que pesquen en su beneficio, probablemente regresará a las zonas civilizadas en unos cuantos años con una respetable pequeña suma en el bolsillo. El viejo Cauper es rico y el sacerdote tiene una cómoda situación económica.
Cálculo de los gastos y retribuciones de una expedición de Nauta al Ucayali para la recolección de zarzaparrilla. (La expedición empleará cuatro meses).
Debe | - Alquiler de dos garreteas** que cargarán setenta y cinco arrobas cada una, a 3 1/8 centavos diarios (cuatro meses) |
$ 7.50
|
- Dieciocho peones de Nauta a Sarayacu, a diez yardas de tela de algodón ingles (veinticinco centavos) |
45.00
|
|
- Mantenimiento de estos peones por veinte días, a 3 1/8 centavos diarios por hombre |
11.25
|
|
- Contrato con cincuenta indios pirros o conibos (quienes ahora toman los botes y ascienden los tributarios del Ucayali) para la entrega por, cada hombre, de tres arrobas de zarzaparrilla, a 75 centavos la arroba. |
112.50
|
|
- Contratación y mantenimiento de peones para el regreso de Sarayacu a Nauta, sssiendo un tercio del monto para el viaje de ascenso |
18.75
|
|
195.00
|
||
Haber | Ciento cincuenta arrobas, cuyo valor en Nauta es de dos dólares la arroba |
300.00 |
|
||
Ganancia de cuatro meses |
105.00
|
o alrededor del trece por ciento y medio mensual.
No obstante, la gente dedicada a esta labor gana más al timar a los indios de cualquier manera posible. Ellos también poseen las garreteas** y con control mantienen a sus peones con menos de tres centavos diarios.
Este es un cálculo hecho con la información dada por Arébalo (sic), Hacket hace un negocio mucho mejor que éste. El dice: "A ochenta horas laborales en Sarayacu, en el Ucayali, está la desembocadura del río Aguaytía sobre cuyas orillas crece zarzaparrilla en cantidad suficiente no sólo para enriquecer la provincia de Manas, sino todo el departamento de Amazonas. Su costo es de ocho varas de tocuyo las cien libras, si se toma el trabajo de juntarla con formalidad, es decir, si se emplean cien personas bajo la dirección de un hombre capacitado y si se les paga un salario mensual de veinticuatro varas de tocuyo a cada uno; el cuádruple del precio que generalmente se paga en Manas."
"En Nauta, Peruaté y Loreto se venden a nueve dólares las cien libras, en monedas de oro o plata; en Tabatinga (en la frontera con el Brasil) a diez dólares y cincuenta centavos; en Pará a veinticinco dólares y en Europa de cuarenta a sesenta dólares, en épocas de máxima abundancia."
La zarzaparrilla es una vid de suficiente tamaño como para crecer quince o veinte pies desde la raíz, sin sostén. Luego rodea los árboles circundantes y se extiende a una gran distancia. De la raíz principal brotan varios zarcillos; generalmente de dos líneas de diámetro y cinco pies de largo. Estos se juntan y se atan en grandes manojos aproximadamente del tamaño de una arroba portuguesa o treinta y dos libras de peso. La raíz principal, o madre* no debe sacarse, pero los indios son muy poco cuidadosos en este asunto y frecuentemente la cortan por lo que se destruye gran parte de la zarzaparrilla. El desenterrar las pequeñas raíces del húmedo y fangoso suelo es una tarea laboriosa e insalubre.
Esta planta se encuentra en las orillas de casi todos los tributarios de los grandes ríos de la Montaña, pero muchos de éstos no son trabajados debido a que los salvajes que viven en sus orillas a menudo atacan a los grupos que vienen para recogerla. En el "Pangoa" están los Campas, en el "Pachitea", el "Aguaytia" y el "Pisque", están los "Cashibos" y toda la frontera sur del Amazonas, desde la desembocadura del Ucayali hasta la del Yavarí, está habitada por los "Mayorunas"; todos son salvajes y son reacios a entablar comunicación con el hombre blanco. Es el mismo caso en el "Tigreyacu" donde se dice que hay mucha zarzaparrilla. El padre* Calvo, presidente de las misiones de Sarayacu, me contó que aunque él tiene el derecho exclusivo, por orden del Prefecto, para recoger toda la zarzaparrilla del Ucayali y sus tributarios, no podría, si yo deseara pagar cualquier precio, abastecerme con más de trescientas arrobas anuales, debido a la dificultad de conseguir trabajadores que deseen encarar los ataques de los salvajes.
He calculado el costo anual por manejar un pequeño vapor entre Loreto, el puerto fronterizo del Perú, y Chasuta, (una distancia de ochocientas millas, totalmente dentro del territorio peruano), en veinte mil dólares, incluyendo el establecimiento en Nauta de talleres para herreros y carpinteros para las reparaciones. Según el cálculo de Arébalo (sic) (y juzgo que es bastante correcto), el valor de las importaciones y exportaciones para y desde el Brasil, es de veinte mil dólares anuales. No dudo que la aparición de un vapor por estas aguas, inmediatamente doblará el valor, ya que en primer lugar convertirá en productores a los mil hombres que ahora se dedican a buscar y a cargar los artículos de comercio y dará un gran impulso al comercio al facilitarlo. Una canoa cargada emplea ochenta días en remontar estas ochocientas millas. Un vapor lo hará en doce, dando tiempo para tomar madera, para desembarcar y recibir el cargamento de los numerosos Poblados del río y guarecerse durante la noche. Cuando el río se haga más conocido, el vapor podrá navegar una gran parte de la noche y así podrá acortar su tiempo casi a la mitad. Los hombres se retraen cuando tienen que pasar ochenta días en una canoa, pero sí se aventurarán por doce días en un vapor.
El vapor también aumentará el comercio al crear necesidades superfluas; viajarán los hombres que antes no viajaban; se introducirán artículos de lujo como relojes yanquis e instrumentos musicales baratos, &a, y los indios trabajarán para obtenerlos; en resumen, cuando las maravillas conseguidas por el vapor y el ferrocarril se tomen en consideración, no se me juzgará precipitado por predecir que un año después de la aparición del vapor, los veinte mil dólares de Arébalo (sic) se convertirán en cuarenta mil.
Así tendremos un valor de veinte mil dólares en mercaderías al remontar de Loreto a Chasuta, con una ganancia de por lo menos cien por ciento y veinte mil dólares al bajar, con una ganancia de otro cien por ciento; dando,a la Compañía de Vapores (la que monopolizaría el comercio) cuarenta mil dólares anuales contra veinte mil dólares de gastos.
No habría dificultad en conseguir suministro de combustible. Mi vapor peruano tendría que remontar lentamente la primera vez, al reunir y cortar la abundante madera flotante en las islas; pero fácilmente podría convenir un suministro regular con los gobernadores de los treinta y seis poblados entre Pará y Chasuta. El gobierno brasileño tiene un cuerpo de trabajadores organizado y alistado bajo las órdenes de los comandantes militares y debo suponer que desea emplearlos en suministrar madera, debido a las grandes ventajas que se derivarían del aumento del comercio. Los indios de los poblados peruanos son completamente sumisos a sus gobernadores y siempre se puede conseguir un adecuado número de ellos, por un salario de doce centavos y medio por día, aproximadamente con tres centavos más para su manutención. Este monto de salarios puede reducirse a la mitad al pagarles en artículos para su consumo, comprados en Pará o traídos de los Estados Unidos.
La única dificultad que tengo en mis cálculos es que sé que no hay cuarenta mil dólares en toda la provincia; su producción debe encontrar el camino al Pacífico por un lado y por el otro, al Atlántico, antes de que se conviertan en dinero. Por lo tanto, mi vapor, para poder comprar y vender, deberá comunicarse en Loreto con un vapor más grande, recorriendo una distancia de ochocientas cuarenta millas entre aquel lugar y Barra, en la desembocadura del Río Negro y este deberá comunicarse con otro vapor aún más grande, recorriendo una distancia de mil millas entre Barra y Pará.
Estos tres vapores (con todo lo que pueda haberme equivocado en mis cálculos en cuanto al que está confinado al territorio peruano) no podrían fracasar en enriquecer a sus propietarios ya que monopolizarían el comercio del río, el cual está completamente regulado por las importaciones y exportaciones de Pará, las cuales, en 1851 representaron dos millones de dólares.
Estos dos millones ahora son traídos a Pará y llevados desde aquí (excepto lo que se consume en la ciudad) en incómodas e inútiles naves de río, las que desaparecerían de la corriente principal al primer silbato victorioso de la máquina de vapor. Sin embargo, hasta que las ganancias justifiquen el establecimiento de más vapores, estas naves tendrán bastante empleo en traer y depositar en las orillas de la corriente principal, las producciones de los grandes tributarios.
Puedo imaginarme el júbilo de la gente ante el establecimiento de la navegación a vapor en el Amazonas. También me imagino escuchar el estrépito de los árboles al caer para dar cabida al cultivo de algodón, cacao, arroz y azúcar y el agudo chillido de la sierra, cortando en tablas las bellas y valiosas maderas de la región; puedo ver a los segadores de caucho y copaiba redoblando sus esfuerzos para poder comprar las nuevas cosas útiles que llegarán a las puertas de sus cabañas en el yermo; e incluso puedo ver al indio salvaje que se abre camino desde su selva virgen hasta el depósito de la máquina de vapor para intercambiar su recolección de vainilla, especias, tintes, drogas y gomas por las cosas que le gusten: cintas, cuentas, campanas, espejos y vistosas baratijas.
El Brasil y el Perú han entrado en negociaciones para que mediante un tratado, asignen dinero para el establecimiento de la navegación a vapor en el Amazonas. Esto está bien. Se está haciendo algo para el progreso, pero es el progreso de algo oriundo de sus propios bosques: la pereza. Si ellos siguieran el ejemplo recientemente dado por las repúblicas de La Plata y abrieran de par en par sus ríos para el comercio de todo el mundo, entonces el progreso estaría en proporción con la importancia del acto y estos países se volverían más ricos y poderosos con la velocidad con que crece la vegetación de sus tierras más fértiles.
Nosotros, más que cualquiera, estamos interesados en la inauguración de este tipo de navegación. Como se ha señalado anteriormente, el comercio de esta región debe pasar por nuestras puertas y mezclarse e intercambiarse con los productos de nuestro valle del Misisipi. En relación a este asunto, estoy autorizado para tomar fragmentos de una carta que un eminente ciudadano norteamericano residente de Lima, le envió al Superintendente del Observatorio Nacional, cuyos documentos sobre el Amazonas, sus riquezas y su futura importancia, han atraído la atención, no sólo de nuestra gente sino también de aquélla que habita o tiene posesiones territoriales en esta gran divisoria de aguas y a quien pertenece la honra de haber creado la misión a la cual estoy dedicado.
En Lima, este caballero, cuya mente comprensiva y buen juicio han sido atraídos al tema por la pluma de Maury, le dice al Teniente con fecha julio de 1852:
"Desde la última vez que le escribí, he conocido a don ___(4), natural de Chile y a quien Gibbon vio en Cochabamba, Bolivia. Sin lugar a dudas éste es un hombre inteligente, pero sospecho que él también ha actuado como agente secreto de Belzú, el Presidente de Bolivia. Aunque fuera así, parece que Belzú está favorablemente dispuesto hacia nosotros y que concederá privilegios para una compañía de navegación a vapor, si se le solicita en la debida forma. Como no conocía a otro individuo en Bolivia con quien poder comunicarme sobre el tema de la navegación amazónica, no vacilé en valerme de él ya que en mi opinión, no hay tiempo que perder si Estados Unidos desea asegurar el comercio interior de Sudamérica para sus ciudadanos."
"Don ___(4) declara que el Mamoré es navegable para los vapores desde un punto cercano a Cochabamba hasta su confluencia con el Guaporé o Itenez, y de allí hacia adelante hasta la confluencia del último con el Beni, formando ambos el río Madeira; además declara que las 'Cachuelas' rompientes del Madeirano son ni intransitables ni formidables y se les puede remontar fácilmente en vapores puesto que hay abundante agua y no hay rocas. Para probar esto, afirma que una goleta brasileña ascendió el Mamoré hasta Trinidad y tiró una salva en aquel lugar, hace más o menos dos años. Después de pasar las rompientes, el río es por supuesto navegable hasta el Amazonas. Suponiendo que esta afirmación de don ___(4) sea cierta (y me inclino a creerla ya que los brasileños constantemente remontan el Itenez hasta Matto Grosso), hay libre navegación desde Pará hasta unas cuantas leguas cerca de Cochabamba, por lo menos dos mil millas, y esto no es tan increíble cuando consideramos la longitud de navegación del río Misuri. Sin embargo, la accesibilidad de los ríos bolivianos será estudiada con mayor exactitud. Después que Gibbon haya cruzado las cachuelas* del Madeira, se espera que él las sondee y por otro lado, que examine minuciosamente los diferentes rápidos de aquel río y corrija los errores de don ___(4) quien dice existen en el mapa trazado por ___una copia del cual le envié por medio del Sr. O'Brian para Herndon.."
"Es muy entusiasta el informe de don ___ (4) sobre los productos de la región que yacen en las orillas del Mamoré. El dice que el mejor cacao y café crecen casi en estado silvestre y que la mayor parte del primero es consumida por los monos y las aves, debido a la falta de medios para transportarlo al mercado. Por todas partes se encuentra caña de azúcar de enormes dimensiones, con algodón blanco y amarillo de una fibra igual a la de gossypium barbadense. Varias clases de cascarilla crecen en abundancia, así como zarzaparrilla y gomas, maderas ornamentales y de otras clases, miel y cera en grandes cantidades. Después de cruzar el Mamoré desde Exaltación hasta el sudoeste, uno llega al río Machuno, el cual, según don ____(4) es un pequeño Pactolo y me asegura que toda la región comprendida entre el Mamoré y el Itenez, de latitud 14* norte, es una zona aurífera tan rica como California.
"Indudablemente, mi opinión es que toda la región atravesada por los ríos derivados de la ladera de la cordillera oriental, desde Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, hasta la desembocadura del Ucayali, en el Perú, es una inmensa región con oro y plata, el oro se encuentra en los filones cercanos al río y la plata en las montañas. Me aventuraré a predecir que la misma región contiene diamantes y otras piedras preciosas, algunas de las cuales son probablemente desconocidas para la lapidaria en la actualidad. Las minas de plata de Carabaya fueron inmensamente productivas cuando fueron trabajadas por Salcedo; fueron explotadas tanto que el gobierno virreinal inventó una acusación contra él, lo juzgó y ordenó su ejecución para posesionarse de las minas por confiscación. El intento fracasó ya que los indios, leales a Salcedo, se negaron a dar información al Gobierno respecto a las minas y éstas han permanecido inexplotadas hasta ahora."
"En Carabaya y en la Pampa del Sacramento se sabe que hay oro en una cantidad considerable. He visto muestras del primer sitio, pero el oro es la menor atracción para emigrar a Bolivia; el suelo y sus productos son la fuente mediante la cual encuentran riqueza y prosperidad los viajeros que vienen de tierras extranjeras. Se dice que el clima es bueno y que los indios, a excepción de los de la parte inferior del Beni, son pacíficos y receptivos con los blancos. En suma, según don (4), el este de Bolivia proporciona la más grande esfera para el comercio y la colonización."
* * *
"En cuanto a mí, me siento lleno de este vasto tema ya que sé que a menos de cien leguas de mí está la margen de aquellos grandes lugares solitarios, repletos de riqueza, que ocupan el espacio salvaje donde millones de seres humanos deberían vivir en riqueza y prosperidad; donde la naturaleza anualmente desperdicia más de lo que sería necesario para sustentar cómodamente a la población de China y donde crecen y florecen las frutas más exquisitas y las más hermosas flores, desconocidas e inadvertidas. Cuando reflexiono sobre esto y sobre las millas de ríos que ondean en silencio y en abandono siento doblemente la necesidad de poder y dinero para lograr su ingreso al mundo civilizado."
* * *
"Pienso que la energía e influencia de todos los partidarios de la navegación y colonización internas de Sudamérica, deberían estar dirigidas hacia la formación de una compañía con gran capital y hacia la obtención de ayuda y apoyo del Congreso de los Estados Unidos. Yo sé cuán difícil es sacar una consignación de nuestra legislatura nacional para cualquier propósito, pero quizás algo se podría hacer si el asunto se le presentara favorablemente y si algunos de los principales senadores y representantes se animaran a tomar un interés patriótico en él ."
"Por nuestra parte, nosotros debemos hacer todo lo que podamos y a fuerza de perseverancia podremos finalmente lograr realizar nuestro objetivo. Si lo hacemos será un orgullo para nosotros, a pesar de que la gente nos pueda dejar y probablemente nos dejará exclamar:
"¡Hos ego versiculos feci, tulit alter honores!" (5)
"Continuaré trabajando y escribiéndole cada vez que tenga algo hasta del menor interés para comunicar."
El mayor beneficio en el amplio mundo del comercio está en la libre navegación por el Amazonas, sus confluentes y por los ríos cercanos. La columna vertebral de Sudamérica está en la mira del Pacífico. Las laderas del continente miran al este, desaguan en el Atlántico y sus ricas producciones muy variadas y abundantes, pueden desembocar en el regazo comercial de aquel océano gracias a las más espléndidas corrientes de agua.
Llegará el día en que la libre navegación por el Amazonas y por otros ríos sudamericanos será vista por la gente de este país como segunda en importancia sólo a la adquisición de Luisiana.
Después de haber atravesado aquella cuenca desde su cresta más alta hasta sus mismas cuevas y zanjas, encuentro mis pensamientos y reflexiones abrumados por la inmensidad de este campo para la empresa, la prosperidad comercial y para el bienestar humano.
Puedo atestiguar la veracidad de la opinión expresada por mi amigo, el Sr. Maury, cuando dice que el valle del Amazonas y el valle del Misisipí son mutuos complementos comerciales; uno proporciona al otro lo que necesita en el gran círculo comercial. Son hermanos que no deberían estar separados. Si tuviera el honor de ser incluido entre los estadistas de mi país, arriesgaría mi prestigio político y mi vida en el intento de abrir de par en par al mundo el comercio de este noble río.
NOTAS AL CAPITULO
(1) Así aparece en el original. (N.T.)
(2) Retraducción del texto de Castelnau, por no encontrarse
el original. (N.T.)
(3) En portugués en el original.
Significa: "doña". Actualmente en el diccionario aparece como
"dona". (N.T.)
(4) Así aparece en el original.
(5)En latín en el original. Significa: "Yo hice estos versículos, otro tom6 los honores". (N.T.)