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INTRODUCCION

Una de las preocupaciones de la humanidad, en todos los tiempos, ha sido mantener el buen estado de su salud. La sociedades amazónicas no han sido ajenas a esta preocupación, desde su propia concepción de salud y enfermedad y la diversidad biológica de su entorno, cada uno de los pueblos indígenas amazónicos ha desarrollado conocimientos acerca de las propiedades curativas de las plantas. Heredera de este saber milenario, la población amazónica actual está, sin embargo, perdiendo estos conocimientos debido a los procesos de aculturación, la relación desventajosa entre el saber etnomédico y los sistemas oficiales de salud, la desaparición de los bosques, y la sobreexplotación de algunos de los recursos hasta el agotamiento.

La información que se tiene de la flora amazónica difícilmente alcanza al 5% de las 60 a 90 mil especies que se estima existen en esta región. Los pueblos amazónicos han utilizado entre 2 000 y 3 000 especies de plantas con propiedades medicinales (Berg, citado por Elizabetzky y Posey). En la región noroccidental de la Amazonía, Schultes (1990) ha estudiado 1 516 especies medicinales y tóxicas.

En la Amazonía Peruana, Brack (1993) considera 3 140 especies útiles, de las cuales 1 044 tienen uso medicinal. El Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP) catalogó 322 especies de uso medicinal y un estudio en la ciudad de Iquitos (Perú) precisó que se utilizan 342 especies comúnmente (Mejía y Rengifo, comentario personal).

Estrella (1995) indica que la mortalidad general tiene un ritmo decreciente, pero todavía se mantiene alta en algunas zonas, llegando a ocho y más por 1 000 habitantes las tasas de mortalidad en los niños son más elevadas que las de otras regiones no amazónicas pertenecientes a los países que comparten la cuenca, en algunas regiones ésta sobrepasa los 80 por cada 1 000 niños.

En la Amazonía las principales causas de muerte son la parasitosis intestinal, infecciones diarreicas. infecciones respiratorias, En muchos casos la desnutrición es un factor importante en estos casos de defunción. En algunas zonas, las enfermedades que pueden prevenirse, como la tuberculosis, el sarampión, la tos ferina y el tétano, tienen aún una alta incidencia y enfermedades como la malaria y la fiebre amarilla constituyen todavía un problema importante

El combate de las principales enfermedades tropicales no es solamente un problema técnico. La economía de mercado imperante restringe la disponibilidad de medicamentos clave para los países en desarrollo, lo que da como resultado una interdependencia muy fuerte entre la investigación médica y la rentable industria farmacéutica,

El mercado de los países pobres no puede solventar la costosa tecnología necesaria para producir medicamentos o vacunas para las enfermedades tropicales. Por ejemplo, para llegar a obtener una vacuna que sea aplicable por paramédicos en el campo, se requiere de US$ 20 a 30 millones y de siete a diez años de trabajo.

Entre las tecnologías de punta, existen métodos relativamente simples que pueden reforzar las prácticas de la medicina tradicional. Técnicas de extracción y fermentación mejoradas pueden hacer de las drogas derivadas de plantas, sustancias más ampliamente disponibles y de menor costo, las cuales se ajustarían mejor al sistema de medicina local que las drogas importadas.

El empleo de materia prima vegetal para la industria farmacológica debe fundamentarse en sistemas de producción o de extracción sostenibles. La promoción de tales sistemas en la Amazonía requiere de una estrategia finamente elaborada y de un intenso trabajo. En la población amazónica, prevalece aún la mentalidad consumista de los recursos naturales más que de reposición o conservación. Por otro lado, una aparente ventaja es la mayor aptitud de muchas de las plantas medicinales amazónicas para una agricultura ecológica en comparación con la agricultura convencional alimenticia o industrial. Existen especies medicinales de gran potencial económico por sus principios activos y su capacidad de prosperar en condiciones ambientales consideradas agrícolamente adversas; estas bondades permitirían establecer sistemas en áreas inundables, empantanadas, incluyendo áreas degradadas con suelos ácidos y niveles extremadamente bajos de nutrientes.

Frente a la compleja problemática de deterioro del ambiente, pérdida de recursos naturales y minusvalía de la condición humana, debido a la desnutrición y enfermedades crónicas, el cultivo de plantas medicinales se presenta como una interesante alternativa en el ámbito de la región amazónica.

El mercado potencial para drogas vegetales en el mundo occidental puede ser de US$ 4,9 billones en los próximos cinco años y de US$ 47 billones en el año 2000. La industria farmacéutica es altamente rentable habiendo alcanzado, en el año 1989, ventas alrededor de 150 billones de dólares americanos,- esta industria es dominada por 25 grandes firmas en los países industrializados que controlan el 50% del mercado a nivel mundial.

El presente estudio ha tomado como fuentes de información el conocimiento y experiencias de las comunidades nativas y mestizas, los resultados experimentales de centros de investigación y de personas dedicadas a este campo, principalmente del ámbito de la Amazonía Peruana, abordando los aspectos botánico y fitoquímico.

Debido a la escasa práctica agronómica en plantas medicinales en la Amazonía, el conocimiento sobre su cultivo es pobre y poco disponible, por lo que se realizaron encuestas en caseríos aledaños a Iquitos otra fuente de información fueron las experiencias en el cultivo de especies nativas e introducidas en el Jardín de Plantas Medicinales de la Estación Biológica Allpahuayo del IIAP.

El Tratado de Cooperación Amazónica (TCA), mediante el proyecto Uso de la Biodiversidad Amazónica, pretende cubrir la falta de información sobre el tema obteniendo los datos requeridos para el manejo y establecimiento de plantaciones como alternativa en el aprovechamiento de las formaciones naturales, orientadas al uso difundido entre la población menos favorecida, así como para suministrar materia prima para la industria farmacéutica.

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